El 2024 se presenta como un año crucial para las empresas mexicanas, debido a una “trifecta económica” que combina tres factores interrelacionados: las elecciones en Estados Unidos, el cambio de administración en México y la volatilidad del tipo de cambio. Estos elementos imponen retos significativos, pero también abren oportunidades para aquellas empresas que logren adaptarse de manera ágil y estratégica.
Las elecciones en Estados Unidos: Impacto en el comercio internacional
Estados Unidos es el principal socio comercial de México, y las elecciones en este país siempre generan incertidumbre económica global. En ciclos electorales anteriores, hemos visto cómo los resultados pueden influir drásticamente en las relaciones comerciales bilaterales. Por ejemplo, en 2016, la victoria de Donald Trump y sus políticas proteccionistas provocaron una devaluación del peso mexicano, resaltando la vulnerabilidad de las economías emergentes.
En 2024, la historia podría repetirse, con fluctuaciones en los mercados y el tipo de cambio. Las empresas mexicanas, especialmente aquellas con operaciones internacionales, deben prepararse para posibles cambios en las políticas comerciales, ajustando sus planes financieros y monitoreando el impacto en sus ingresos y costos operativos. La clave será mantener la flexibilidad y la capacidad de reacción rápida ante cualquier giro en las relaciones entre ambos países.
Cambio de administración en México: Reformas económicas y oportunidades
A nivel local, el cambio de administración en México trae consigo posibles reformas económicas que, aunque pueden abrir nuevas oportunidades, también presentan desafíos. Se espera que el Banco de México cierre el año con un crecimiento proyectado del 4.02%, pero la inflación sigue siendo una preocupación. Las reformas fiscales y regulatorias afectarán especialmente a las PyMEs, que representan el 99.8% de las empresas en México y generan más del 70% del empleo.
Estas empresas deberán evaluar cómo las reformas impactarán sus operaciones diarias, desde la infraestructura hasta la inversión extranjera. Ajustar la estrategia de negocio, anticipando los cambios regulatorios, será vital para minimizar los riesgos y aprovechar las nuevas oportunidades que puedan surgir en este entorno económico cambiante.
Volatilidad del tipo de cambio: Un reto constante
El peso mexicano ha demostrado ser una de las monedas más volátiles en el contexto de incertidumbre global, y 2024 no será la excepción. Entre abril y septiembre de 2024, el tipo de cambio del peso frente al dólar ha variado un 23.07%, reflejando la incertidumbre que enfrenta la economía mexicana. Estos movimientos pueden afectar significativamente a las empresas que dependen de insumos importados, aumentando los costos operativos y reduciendo márgenes de rentabilidad.
Ante este panorama, las empresas deben desarrollar análisis de escenarios económicos detallados que les permitan prever distintos entornos y sus posibles consecuencias. Un enfoque en la gestión del flujo de caja, combinado con estrategias como la renegociación de plazos o el ajuste de precios, puede ayudar a mitigar los efectos adversos de la volatilidad del tipo de cambio.
Desafíos particulares para las PyMEs
Las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) enfrentan una situación más delicada debido a la falta de recursos y personal especializado para gestionar los riesgos financieros. En muchos casos, las decisiones financieras recaen en los dueños, quienes pueden carecer de la experiencia técnica necesaria para tomar decisiones estratégicas en un entorno volátil.
Una solución clave para este tipo de empresas es la adopción de herramientas tecnológicas que les permitan gestionar de manera más eficiente sus finanzas. Sebastián Kreis, CEO de Xepelin, menciona: “Con herramientas como Xepelin Suite, las empresas pueden gestionar sus cobros y pagos de manera eficiente, simplificando sus tareas operativas con una sola plataforma.” Estas soluciones tecnológicas permiten a las empresas liberar recursos para enfocarse en áreas clave como la expansión comercial y la innovación.
Estrategias para enfrentar la incertidumbre
Para mitigar los riesgos que presenta esta “trifecta económica”, las empresas mexicanas deben adoptar una serie de estrategias:
1. Análisis de escenarios económicos: Las empresas deben realizar proyecciones detalladas de flujo de caja, considerando distintos escenarios de tipo de cambio y políticas comerciales. Este análisis permitirá anticipar los impactos en sus operaciones y ajustar sus planes de manera preventiva.
2. Control riguroso del flujo de caja: Un monitoreo continuo de la liquidez es esencial para asegurar la estabilidad operativa. Anticiparse a retrasos en pagos o aumentos inesperados en costos es clave para evitar sorpresas financieras desagradables.
3. Uso de herramientas tecnológicas: Contar con plataformas tecnológicas que optimicen la gestión financiera puede ser la diferencia entre sobrevivir y prosperar en un entorno incierto. Estas herramientas permiten automatizar procesos, reduciendo el margen de error y liberando tiempo para la toma de decisiones estratégicas.
Prepararse para el futuro
El 2024 sin duda será un año de desafíos para las empresas mexicanas. Sin embargo, aquellas que implementen estrategias financieras flexibles, adopten tecnología y se mantengan ágiles ante el cambio, estarán mejor posicionadas para enfrentar la incertidumbre. Navegar con éxito en este entorno económico volátil no solo dependerá de la capacidad de adaptación, sino también de la disposición a aprovechar las oportunidades que surjan en medio de la adversidad.
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