Luego de que la pandemia del COVID-19 hiciera cerrar momentáneamente las operaciones de los gimnasios y los clubes de fitness, por fin han podido reabrir y retomar sus actividades; por supuesto bajo estrictas reglas de distanciamiento social, lo que trajo como consecuencia una reducción drástica en su capacidad. Tras este contexto es normal preguntarse: ¿cómo será ahora la industria? ¿Pueden los gimnasios adaptarse a este nuevo escenario? Al reabrir tienen que estar sujetos a unas ciertas regulaciones y protocolos que hace que sus operaciones se vuelvan algo diferentes de lo que fueron antes del cierre. Probablemente tengas algunos gimnasios cerca de tu casa y te interese saber cómo se adaptan a la nueva normalidad.
Adaptarse rápidamente al contexto
Al pasar más tiempo en casa muchas personas se descuidaron físicamente, no hay dudas de que hay una oportunidad inmensa para todos los gimnasios en México, mientras tengan los sistemas de seguridad adecuados.
Gimnasios como Smart Fit están siguiendo un estricto protocolo para garantizar la salud de sus usuarios y empleados. Algunas medidas adoptadas en sus centros son que sus miembros lleven su propia botella de agua, que reserven turno por la app, usen los tapetes sanitizantes en la entrada para desinfectar sus calzados, así como el uso de la mascarilla en todo momento. Una de las claves de la adaptación es que el equipo debe desinfectarse luego de cada entrenamiento y realizar una desinfección rigurosa con maquinaria especial varias veces al día.
Antes de ingresar al gimnasio se mide la temperatura de los clientes. En el caso de que la persona tenga por encima de los 37.5 ºC, se le solicita amablemente que regrese a casa para prevenir posibles contagios. Todas las áreas del gimnasio cuentan con gel 70% alcohol para que los miembros y el personal puedan sanitizar sus manos constantemente entre ejercicios. Sabemos que al hacer ejercicio y entrar en calor es imposible no transpirar.
Para los entrenadores personales también ha sido un cambio radical ya que ahora solo pueden enseñar a realizar los ejercicios de una forma totalmente diferente, a través de la comunicación verbal; en lugar de acompañar lado a lado a las personas en algunas rutinas para mostrarles a hacer los ejercicios correctamente.
Sin embargo, este 2021 los gimnasios empiezan a realizar un cambio de pensamiento e internalizar la importante de convertir sus clases presenciales en formatos online, se adaptando a la nueva era digital. Las personas ahora tienen un nuevo estilo de vida en donde su entrenamiento físico es virtual y necesitan un acompañamiento adecuado. Ofrecer un servicio híbrido tanto físico como digital hará que el gimnasio pueda diferenciarse y tener una marca sólida.
Redacción
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