En la calle, en el supermercado, en las obras de al lado, en todos lados vemos como se pelea con empleados difíciles. “Si que tiene genio solemos decir“… (Con buenas palabras) pero no representan mayor problema. Sin embargo cuando es un compañero, o empleado, la cosa cambia.
Es curioso entender como hay personas que han nacido para ser difíciles. Si te paras a pensarlo estoy seguro que encontrarás a alguien que está, o ha estado, en tu entorno de trabajo. Y, además, te darás cuenta que mantienen un patrón: llegan tarde, mal carácter, parecen sombrías, irritables, viscerales, con una excusa para cada defecto, descuidadas, protestantes… la retahíla de adjetivos se queda corta. ¿Coinciden con los tuyos?
La verdad es que a nadie le gusta trabajar con personas difíciles y ello conlleva una serie de inconvenientes: disminuye productividad, el ambiente se enrarece, los compañeros empiezan a frustrarse, la moral cae por los suelos y el trabajo baja, y mucho, su calidad…
¿Cómo manejarlos?
1. No ignores el problema: Si el empleado proporciona valor a tu empresa entonces debes lidiar con el. Si no lo hace, ya sabes. Cuando se diagnostica un cáncer se procede a un tratamiento para eliminarlo lo antes posible. Si se obvia este tratamiento pueden ocurrir dos cosas: que la enfermedad no crezca o que crezca hasta destruir al enfermo. Si hay algo que ataque la moral de tus empleados entonces acabas de descubrir un cáncer…
2. Investiga y anota: Es muy importante hacer un listado con todas las acciones, o ejemplos posibles, del comportamiento inadecuado. Se trata de hacer un listado en el que se detalle, específicamente, el qué y el como del error para reunirse con la persona y abordar la cuestión con calma.
3. Ponte en marcha: Empieza con el tratamiento lo antes posible. En ocasiones los empleados difíciles no tienen ni idea de que su comportamiento es un problema y que influye negativamente en los demás. Esto se debe a que la mayoría de las personas tienden a soportar su comportamiento, molesto, pensando que “al final nos llevaremos bien”. Al igual que algunos directivos, los empleados quieren ser queridos, socializados, por sus colegas y subordinados y por lo tanto son renuentes a hablar cuando surge un problema. (Ver paradoja avestruz)
Es muy importante tomar las medidas oportunas y corregir el problema lo antes posible. Tanto si el empleado no lo sabe, tiene alguna dificultad o es un defecto conocido debemos hacer frente al problema y darle la vuelta a la situación lo antes posible.
Para empezar debes conocer si el empleado es consciente de la situación y así poder determinar las acciones a tomar. Si el empleado es inconsciente debes sacar tu listado y empezar a detallar todos los comportamientos inaceptables.
Ante esta situación el empleado puede estar en desacuerdo o negar todos esos problemas pero, sin dudarlo, debes continuar con todos tus ejemplos.
4. Ayuda al empleado: Una vez que el empleado es consciente debes ayudarle para que muestre la conducta apropiada. No se puede cambiar determinados hábitos de la noche a la mañana por lo que se trata de reportar al empleado si está en el buen camino o sigue igual.
5. Si todo falla: Si el empleado continua negado su comportamiento inapropiado y se niega a mejorar la situación entonces debes plantearte, seriamente, la situación. Debería existir un periodo en el que el empleado pueda rectificar su conducta y si este finaliza, y no lo hace, debe ser despedido. Suena duro pero no hacerlo es tan perjudicial para tu empresa como para el empleado. (Incluso mucho más para este último)
Jesús López
Jesús, Emprendedor y CMO del Grupo mAs Impacto
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