Haz realizado la venta de tus sueños, el cliente que habías perseguido por fin te dio el sí, tu mercado crece y crece, el éxito ha llegado en grande a tu negocio ¿y ahora?
Cuando se consiguen grandes resultados se tiene que trabajar para mantenerlos, el problema es que muchos caen fácilmente en actitudes y comportamientos poco eficaces, que pueden dañar el desempeño de la organización.
No es que no festejes o te relajes un poco si es que recibirás ingresos constantes durante los próximos meses, pero tampoco puedes permitir que ese momento de alegría nuble tus próximas decisiones.
Es el momento de ser un líder, esta vez no sólo en tu organización sino en la industria, si mantienes un buen desempeño te convertirás en un referente y podrás conseguir más contratos.
Pero tienes que ser consiente de tus alcances, si a raíz del cierre de una venta de pronto llegan a ti más y más prospectos, no cierres nuevos tratos si no estás seguro de poder cumplir con todos los encargos.
No descuides al resto de tus clientes, si ha llegado a ti una venta que representa más dinero no la utilices como pretexto para no dar la mejor atención a quienes han sido leales a tu organización desde el inicio.
Tienes que ser consiente que el éxito te acarreará nuevas responsabilidad y estrés, tienes que estar preparado para asumir todas las actividades y toma de decisiones.
Aprovecha la etapa, nada dura para siempre, así que saca ventaja, invierte inteligentemente el dinero extra, haz todos los contactos que puedas y piensa en la posibilidad de llegar a nuevos mercados.
Por último nunca dejes que la soberbia se apodere de ti, tienes que dar resultados y aun obteniendo los mejores debes ser humilde pues si pierdes el piso tus decisiones de negocio se verán afectadas.
Ariadna Cruz
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