Gracias a las tecnologías de información y comunicación (TIC), diariamente producimos enormes cantidades de información y se prevé que con Internet de las Cosas (IdC) la generación de datos aumente exponencialmente en un futuro cercano.
Los datos se generan a través de mensajes, sensores, imágenes digitales, correos electrónicos, encuestas, exámenes médicos, redes sociales, señales móviles, archivos de audio, etc. El gran reto es y será en mucho mayor medida, el análisis e interpretación de la información en busca obtener conocimiento que conlleve a las personas, empresas y gobiernos a la toma de decisiones.
Desde el punto de vista de IBM, el concepto de Big Data aplica a toda la información masiva que no puede ser procesada por métodos tradicionales o con los cuales tomaría demasiado tiempo su gestión y se perdería el conocimiento correcto en el momento preciso. Sugiere a las empresas no preguntarse qué datos deben analizar sino más bien qué problema requieren solucionar y cómo les puede ayudar la herramienta de Big Data, la cual no significa procesar información sin un objetivo, sino aprovechar sus ventajas para un fin específico.
Los beneficios más importantes son sus características conocidas como las tres “V´s” del Big Data:
- Volumen(gestionar el gran volumen de datos),
- Variedad(considerando la diversidad de la representación e interpretación semántica de los datos) y
- Velocidad(al menor tiempo posible e incluye la frecuencia de disponibilidad de los datos y la velocidad de retroalimentación).
Muchos consideran agregar dos puntos importantes a las tres “V´s” , la Veracidad (confianza en los datos) y el Valor del dato (para mi negocio). No debemos olvidar sin embargo, los retos que enfrenta, destacando entre varios, la privacidad de las personas y la facilidad de uso (usability).
Aprovechar el Big Data puede convertirse en una oportunidad de negocio para las empresas al conocer a sus clientes y consumidores, analizando sus preferencias, hábitos, niveles de satisfacción, transacciones comerciales, prediciendo comportamientos y tendencias y encontrando correlaciones e interacciones, que se traduzcan en rentabilidad, que es el principal objetivo de las empresas. Entre algunos sectores que están sacando provecho del Big Data están: el sector salud (diagnósticos basados en evidencias, monitorizar la salud pública y la capacidad de respuesta), el sector industrial (crear nuevos productos, eficiencia en la producción, comercialización, promoción y distribución), el sector financiero (análisis de riesgos, estimación de variables económicas tales como el PIB, inflación y desempleo), también en el deporte (estrategias de juego, preferencia de los aficionados) y hasta en la política (Barack Obama utilizó Big Data en su campaña de reelección 2012 diseñando estrategias para votantes convencidos y dudosos).
Así mismo el Big Data puede contribuir en hacer más eficientes las estrategias de responsabilidad social corporativa,como por ejemplo analizando y evaluando el impacto social y/o ambiental de la empresa, la efectividad de sus programas de desarrollo, la creación de valor, aunado a la medición del cumplimiento de compromisos con clientes, inversionistas, empleados y comunidades.
El Big Data facilita oportunidades para la participación ciudadana a través de la promoción del conocimiento. Los conceptos de Big Data y Open Data (datos abiertos) dirigidos a la responsabilidad social corporativa implican la transparencia informativa, la reutilización de datos por grupos de interés y la creación de un valor añadido, como sugiere Helena Ancos en su artículo “Trasparencia, Big Data y Responsabilidad Social Corporativa”. Para las organizaciones es redituable el compartir datos ya que los acerca a sus clientes, los conquista y les genera valor. Por otro lado, si aumentan las personas y entidades que trabajen por la responsabilidad social por medio de información, se obtiene un mayor compromiso compartido y crece la conciencia sobre los servicios que proporciona el gobierno tanto en su uso racional como en los retos que enfrenta.
Mtra. Ma. Luisa Ruiz Calleja
Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México
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