Para el año 2020 se calcula que tan sólo en Estados Unidos las empresas que usan computación de nube podrán alcanzar un ahorro anual de energía de 12 mil 300 millones de dólares y una reducción anual de las emisiones de carbono equivalente a 200 millones de barriles de petróleo, cantidad suficiente para hacer funcionar 5,7 millones de autos durante un año.
Esto es lo que señala un nuevo estudio del Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP, por sus siglas en inglés) denominado “Cloud Computing: The IT Solution for the 21st Century” (Computación de nube: la solución informática para el siglo XXI), realizado por la empresa de investigación y análisis independiente Verdantix y patrocinado por AT&T.
Según este estudio, las empresas planean acelerar su adopción de la computación de nube y aumentar su gasto en tecnologías de la información del 10% actual a un 69% para el año 2020.
El informe sostiene que una empresa que adopta la computación de nube puede reducir su consumo de energía, disminuir sus emisiones de carbono y reducir sus gastos de capital en recursos informáticos, sin dejar de mejorar su eficiencia operativa.
Stuart Neumann, gerente senior de Verdantix, comentó: “el estudio también analizó el impacto comercial de transferir a la nube una aplicación empresarial esencial como los recursos humanos y demostró que tal inversión podría recuperarse en menos de un año”.
Además de la previsión de una reducción anual acumulada de 85.7 millones de toneladas métricas de carbono por parte de las empresas estadounidenses, la computación de nube puede:
– Ayudar a los usuarios a evitar costosas inversiones de capital anticipadas en infraestructura.
– Mejorar el tiempo de comercialización, dado que en minutos se puede crear un nuevo servidor o ponerlo en línea.
– Ofrecer mayor flexibilidad, ya que las nubes permiten a las empresas contratar capacidad excedente sólo cuando la necesitan;
– Evitar el mantenimiento continuo de capacidad excedente necesaria para manejar los picos de demanda;
– Mejorar la automatización que permite impulsar el rendimiento de los procesos.
“Los resultados del estudio constituyen un sólido argumento para que las empresas sigan explorando y adoptando soluciones de computación de nube seguras y flexibles”, dijo John Potter, vicepresidente de As-a-Service Solutions, AT&T.
El estudio sugiere que se pueden obtener importantes beneficios no monetarios gracias a la computación de nube, entre ellos, la eficiencia de los procesos comerciales y una mayor flexibilidad organizacional. Paul Stemmler, de Citigroup, comentó: “La reducción del carbono es una de nuestras motivaciones, pero no es la principal. La motivación principal es el tiempo de llegada al mercado. A los desarrolladores solía llevarles 45 días obtener nuevos servidores, pero en la infraestructura interna de nube que operamos en nuestra propia red privada, les lleva tan solo un par de minutos”.
Este estudio sigue la línea de un trabajo recientemente publicado sobre la construcción de la economía de las comunicaciones en el siglo XXI titulado “Building a 21st Century Communications Economy”. Al vincular las conclusiones de ambos estudios, Dickinson comentó: “La economía de las comunicaciones del siglo XXI tiene el potencial de generar más valor económico con menos impacto ambiental, y las empresas de tecnología de la información y comunicación marcarán el camino”.
Redacción Pymempresario
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