Yo “daría la vida por mi hijos.”
No hay padre que negara esta afirmación, claro que “daríamos la vida por nuestros hijos.”
Estoy seguro, es innegable; si caminando por la calle un asaltante pistola en mano te apunta a ti y a uno de tus hijos y te pregunta: “Uno de los dos va a morir… ¿A quién mato… a usted o a su hijo?”
La respuesta es casi inmediata… sin pensarlo. “Máteme a mí y déjelo vivir a él o a ella.” Respondemos en automático, con certeza y casi con orgullo respecto a nuestro desmedido amor por ellos que permite que incluso demos este gesto heroico.
Pero eso, amigos míos, eso no tiene nada que ver con “dar la vida.” Eso es dar la muerte, eso es entregar la muerte por la gente que amas.
Dar la vida en cambio implica vivirla intensamente a favor de la gente que amas; dar la vida es despertar cada día y entregarte al 100% en lo que tienes que hacer; dar la vida implica dejar de jugar solitario en la computadora y jugar “acompañado” en el pasto con tus hijos; dar la vida es renunciar a tus excusas, a tus pretextos, a tus resentimientos y desidias, a las cosas que nos empequeñecen y entender que cada minuto que pasa… nos acercamos al último de nuestros minutos, que cada día que pasa… “nos morimos de a poco.”
Da la vida por la gente que amas… cada dia
Que esa muerte diaria, sea para ti y para los tuyos… morir de amor… morir en el amor, en el amor del esfuerzo, de la entrega… de la alegría de saber que tienes un espacio en este mundo y en el corazón de los tuyos.
Da la vida por la gente que amas… cada día.
Piensa, Reflexiona y Actúa.
Helios Herrera es consultor en desarrollo humano y productividad, conferencista y escritor.