Ahora que en la mitad de las entidades de México ya se implementó el nuevo sistema de justicia acusatorio adversarial, los resultados son positivos pero falta mucho por avanzar, pues del uno al 10 existe un puntaje de seis puntos para el nuevo sistema de justicia caracterizado por los juicios orales.
“La delimitación y protección de la escena del crimen, las primeras pesquisas, la cadena de custodia, los protocolos para la legal detención de una persona, la comparecencia como agente aprehensor a una audiencia, entre otras”
Los aciertos, sin embargo, resultan muy significativos:
- Los jueces ya no delegan la conducción de audiencias a secretarios o actuarios, lo que incide en una justicia más cercana y de mayor calidad.
- Significativa reducción de la prisión preventiva. Las regiones donde opera la reforma están por debajo de la media nacional en la proporción de los internos que no tienen condena. La proporción es de 10% en el antiguo sistema hasta 49% en entidades como Baja California y Chihuahua.
- Se incrementan los mecanismos alternativos de resolución de controversias en materia penal y la justicia restaurativa. Esto representa un ahorro de hasta 60% en acciones de investigación y encarcelamientos infractores de delitos menores no violentos.
- Notable mejoría en la defensa pública. Se focaliza la atención en la reparación del daño. Más del 85% de los acuerdos se cumplen satisfactoriamente en entidades como Baja California, Chihuahua, Oaxaca y Zacatecas.
- La duración de los procesos penales se reduce hasta en 75% drásticamente. La duración del proceso penal en el sistema tradicional es de alrededor de 180 días, con el nuevo sistema de justicia en ocho de los estados con más tiempo de aplicarlo es de aproximadamente 45 días.
- 6. Existe más atención a delitos de alto impacto social como homicidios, violaciones, delitos relacionados con la violencia organizada, lesiones intencionales y robos violentos. Esto porque con el nuevo sistema de justicia el 40% de los procesos se canalizan a soluciones alternativas como la suspensión del procedimiento a prueba.
Tales avances en el nuevo sistema de procuración de justicia se ven limitados por rémoras de la justicia:
- Las reformas para limitar el acceso a la justicia alternativa, para ampliar los supuestos de aplicación forzosa de la prisión preventiva o para desvirtuar aspectos fundamentales del sistema acusatorio y adversarial.
- Abuso de la introducción por lectura a la audiencia de juicio oral, de evidencias y actuaciones desarrolladas en etapas anteriores al juicio, como la investigación.
- Falta incorporar a la policía uniformada en la capacitación sobre los principios y el desarrollo de las competencias requeridas por el nuevo sistema, como el conocimiento de las alternativas procesales, la existencia de mecanismos alternativos, la delimitación y protección de la escena del crimen, las primeras pesquisas, la cadena de custodia, los protocolos para la legal detención de una persona, la comparecencia como agente aprehensor a una audiencia, entre otras.
- Priorizar infraestructura de salas de juicios orales sobre preparación y capacitación de todos los actores del sistema de justicia. Tal predilección se demuestra en la asignación de presupuestos.
Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista
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