Además de un tema de ahorros, poner atención a la forma en que se consume energía dentro de la organización para aplicar mejoras es un tema de responsabilidad social que impactará en el medio ambiente y tu reputación.
Hacer cambios para alcanzar una eficiencia energética es un proceso constante que debe realizarse poco a poco, Jorge Hagg, Gerente de Desarrollo de Producto para la división de Buildings de Schneider Electric, explica que se comienza por las acciones más básicas, de menor impacto y bajo costo, “estos esfuerzos van desde el reemplazo de lámparas incandescentes por focos ahorradores, la detección y reparación de fugas en sistemas de aire comprimido, aire acondicionado o sistemas hidráulicos o hidroneumáticos”.
El directivo señala que las PyMEs son susceptibles de mejoras en cuanto a la forma, cantidad y calidad de su consumo energético, y deben crear un plan para crecer las acciones que los lleven a más ahorros e impacto, lo que si bien les demandará una mayor inversión de tiempo y recursos, permitirá mejores resultados.
Algunos ejemplos de los cambios que pueden buscarse en un segundo nivel son:
1.- Implementar un sistema de control de iluminación y/o aire acondicionado. Una vez que se han cambiado los focos, el ahorro será mayor si podemos hacer que éstos se enciendan y apaguen sólo cuando sea necesario. Considerando que estos nuevos focos están prendidos las 24 horas del día en una instalación, aun cuando sólo se utilizan durante 8 0 10 horas, el ahorro será apenas del 10% al 15% de la facturación eléctrica. En cambio, si instalan sensores de movimiento o un sistema de encendido/apagado por horarios, el ahorro alcanzaría un 30% o más.
2.- Instalar dispositivos de control para el arranque y detención de motores. Cada aplicación es diferente y se debe analizar caso por caso, sin embargo en general, un motor eléctrico que arranca, puede consumir 7 o más veces su corriente eléctrica nominal y, si ese arranque lo hace varias veces al día, el consumo eléctrico será aún mayor. Cuando la aplicación no permite evitar los arranques y paros frecuentes, se recomienda utilizar variadores de velocidad o arrancadores de estado sólido. Éstos permiten que el motor no se detenga por completo sino que reducen su velocidad de manera que puedan satisfacerse las necesidades del sistema, pero a menor velocidad.
3.- Uso de fotoceldas u otros dispositivos de encendido y apagado automático para la iluminación de exteriores, ya sea para fachadas, anuncios u otros elementos, o bien, celdas fotovoltáicas para los casos que requieran operación diurna.
“Cada watt ahorrado de manera individual, sumado a los demás, se traduce en varias toneladas de CO2 que dejamos de emitir a la atmósfera, convirtiendo nuestra actividad en un negocio verde, amigable con el medio ambiente”, advirtió Hagg, así que no lo pienses más y realiza los cambios necesarios en tu organización.
Ariadna Cruz
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