Si los empresarios estuvieran más conscientes de lo que el liderazgo positivo aplicado en la gestión de las personas puede lograr, sabrían que para empezar, tendrían una ventaja competitiva inigualable.
Uno de los ponentes en el IV Foro Internacional de Ciencias de la Felicidad, Santiago Vázquez, Doctor en Economía, Sociólogo y Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro La Felicidad en el trabajo y en la vida, considera que la estrategia para que empiece a permear el liderazgo positivo en las empresas, es demostrar que funciona.
Disponer de referencias y de ejemplos reales que permitan contrastar el planteamiento del liderazgo positivo no es fácil someter a crítica un modelo que ha reinado durante un siglo, al final, el líder capataz, el líder controlador, el líder que tiene el miedo como herramienta de gestión del personal. Para entender esta filosofía, hay que darle a la sociedad casos de éxito que les invite, que les motive a dar un cambio en la visión.
“Algunos líderes en las empresas no tienen la apertura al liderazgo positivo, sin embargo con el tiempo va a permear por los resultados. En todos los procesos de adopción hay una curva en donde los primeros en adoptar asumen un riesgo y se benefician primero. Los líderes de generaciones anteriores veían muy jerárquica la organización. Cuando una organización deja de ser jerárquica, la relación entre el líder de un equipo y su equipo, se vuelve de colaborar para alcanzar objetivos, en estas circunstancias, se pueden adoptar estas nuevas metodologías sin ningún problema“, asegura Rosalinda Ballesteros Vicerrectora de Preparatoria de Universidad Tecmilenio y Doctora en Estudios Humanísticos.
Se identifica a la brecha generacional como un factor que influye en la apertura para adoptar el liderazgo positivo. Una de las características que diferencia a las generación X de la Y es su relación con el liderazgo, en la generación X era normal un líder con muchos seguidores y el líder era quien tomaba decisiones, la generación Y funciona con un liderazgo distribuido; todo mundo puede ser líder. ”Todas aquellas organizaciones que esperen seguidores contratando a los millenials, no generarán ni los espacios que los millenials esperan para poder desarrollarse profesionalmente, al contrario, aquellas organizaciones que aseguran la participación y la integración de distintas sensibilidades, y distintas aportaciones, si estarán generando un entorno en donde los millenials deseen permanecer y deseen desarrollarse profesionalmente“ afirmó Santiago Vázquez.
En la actualidad el sistema está en redefinición, el trabajo, las relaciones laborales, los roles de las instituciones, se está visualizando otra forma del planteamiento, se producirá un cambio radical. Se esperan organizaciones menos jerarquizadas, más horizontales. Debido a que los diferentes niveles jerárquicos dificultan la comunicación. “Entre más elementos intermedios estén entre un emisor y un receptor, mayor es la distorsión del mensaje. Por lo tanto estar cerca del cliente y escucharlo es algo fundamental como organización para poder responderle, igual entre los empleados; si establecemos muchos mecanismos intermedios, la calidad de la información para tomar decisiones empeorará“, asegura Vázquez.
Dentro del liderazgo positivo hay un nuevo concepto, que las organizaciones deben aprender a manejar la energía de la organización. Se requiere que la gente tenga un alto nivel de energía, pero los líderes deben saber como generarla, y es a través de las relaciones entre los miembros de la organización, y esas relaciones cuando son de alta calidad en la conexión, cuando se logra esto, la energía va a fluir para que los proyectos puedan lograrse y se puedan alcanzar las metas. La clave es manejar los recursos que tiene la organización y mantener la energía del equipo en alto.
La visión de la Universidad TECMILENIO como pioneros del liderazgo positivo es generar programas que puedan ayudar a otros a incorporar temas de psicología y liderazgo positivo en la escuela, en las empresas y en la familia; “incidir en temas de políticas públicas, educación, finanzas del país e investigación y poder demostrar que esto funciona y a través de ello generar más interés en el tema“, declaró Rosalinda Ballesteros.
“Las organizaciones ya sean grandes o PyMEs, tienen una gran oportunidad de adentrarse a los beneficios cuidando a las personas, pues las personas que forman las organizaciones son las que cuidan al cliente y los clientes son los cuidan nuestras cuentas de resultado, la cuenta de resultado es la clave de la sostenibilidad“,aseguró Santiago Vázquez.
Para más información: www.cienciasdelafelicidad.mx
Ivonne Álvarez
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