Las mujeres mexicanas se han abierto camino en el complejo mundo del emprendimiento, pero aún se enfrentan a diversos retos que limitan su potencial de crecimiento, y estos son sumamente variados, van desde la falta de tiempo, hasta los problemas para conseguir financiamiento, la falta de confianza de sus aliados e inversionistas, y desde luego, la equidad laboral.
Además, los estereotipos desempeñan un papel determinante para su desarrollo, ya que en ocasiones un emprendimiento encabezado por una mujer puede verse limitado a consecuencia de ideas y prejuicios arraigados. Incluso de temas personales como falta de confianza o miedo al fracaso.
El estudio Women in the Workplace 2022,elaborado por McKinsey establece que por cada 100 hombres que son promovidos en sus centros de trabajo, solo 87 mujeres alcanzan este mismo objetivo.
Sin embargo, en el país está surgiendo una nueva generación de emprendedoras que están cambiando las dinámicas de las organizaciones, el desarrollo de los equipos e incluso la forma de liderar.
Para impulsar el liderazgo y ampliar sus oportunidades de desarrollo, las emprendedoras coinciden en la importancia de formar redes de apoyo con el objetivo de intercambiar experiencias y aprendizajes que las lleven a explorar nuevas propuestas o alternativas para gestionar sus empresas de forma más eficiente, mas girl power.
Tamara Chayo, CEO y Founder de MEDU Protection explica que en ocasiones piden demostrar más para acceder a inversiones o firmar acuerdos, esto no es malo, pero deja en claro que sí se enfrentan a situaciones más complejas en comparación con los hombres. Al final puede resultar muy benéfico porque demostrar que sus emprendimientos crecen más rápido y duran más tiempo.
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