Emprender sin educación financiera: el boleto seguro al fracaso

¿Quieres emprender? Entonces olvídate de la deuda “buena”

En México, el 75% de las PyMEs desaparecen antes de cumplir dos años, el 80% no sobrevive cinco años y el 90% muere antes de su primera década. ¿La razón? La falta de educación financiera. Así de claro lo dejó Ernesto Reséndiz, CEO de Smart Business Corp, en una conferencia virtual ante alumnos de la Universidad Panamericana.

“Iniciar un emprendimiento sin educación financiera es una práctica costosa y de alto riesgo”, sentenció Reséndiz. Sin pelos en la lengua, desmontó uno de los mitos más peligrosos del ecosistema emprendedor: la llamada “deuda buena”. Según el empresario, esta idea no es más que un espejismo que atrapa a los nuevos emprendedores en un ciclo de endeudamiento insostenible. ¿Cuántos negocios nacientes fracasan antes de ver un solo peso de ganancia? La mayoría. Y si a eso le sumamos una deuda, el resultado es una catástrofe financiera anunciada.

Emprender no es para todos (y está bien)

En un país donde la cultura del emprendimiento se ha romantizado hasta el extremo, Reséndiz puso los pies en la tierra: no todos pueden ni deben emprender. La estabilidad financiera no viene únicamente de tener un negocio propio, sino de saber invertir de manera inteligente. “Si crees que invertir es solo para millonarios, te equivocas”, aseguró. En realidad, la clave está en diversificar los ingresos, ya sea a través de fondos de inversión, negocios estratégicos o ingresos pasivos.

Universidades: ¿fábricas de empleados o incubadoras de empresarios?

Para Reséndiz, la educación financiera debería ser obligatoria en todas las universidades, especialmente en carreras de negocios y finanzas. Sin conocimiento sólido sobre planificación financiera, cualquier intento de emprendimiento es prácticamente un salto al vacío.

No se trata solo de aprender a administrar un negocio, sino de entender cómo funciona el dinero, cómo invertirlo y cómo hacerlo crecer sin depender del financiamiento externo. Porque sí, se puede capitalizar un negocio sin deuda. Y Reséndiz lo sabe bien: en 2010 creó el modelo “Capitalización sin deuda” en colaboración con la Universidad de Granada, un enfoque diseñado para que las nuevas empresas no caigan en la trampa de los préstamos.

¿Cómo sobrevivir en un mundo donde las PyMEs están destinadas al fracaso?

Reséndiz no solo expuso el problema, también ofreció una solución: el “Plan de Transformación Financiera”. Este método, que desarrolló en 2008, permite a las personas pagar sus deudas, ahorrar e invertir de manera estratégica con el objetivo final de alcanzar la libertad financiera.

La lección es clara: si quieres emprender, primero aprende a manejar el dinero. Sin educación financiera, cualquier negocio es un castillo de arena esperando la primera ola.

Y recuerda: haz que cada paso y cada peso cuente.

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5 comentarios en “Emprender sin educación financiera: el boleto seguro al fracaso”

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