Pese a que las empresas son más conscientes de los riegos y consecuencias de prácticas como el soborno y la corrupción, estas siguen estando presentes en las organizaciones, señala la Encuesta Global de Fraude de EY.
De acuerdo con los resultados del estudio en México el 60% de los empresarios aceptó que las prácticas de soborno y/o corrupción ocurren de manera común en sus organizaciones, porcentaje ligeramente menor a la media latinoamericana que llegó a 68%, pero mayor al observado en Norteamérica donde es de sólo 14%.
Estas malas prácticas son utilizadas en la mayoría de los casos para obtener contratos. Al respecto José Treviño, socio director del área de investigación de fraude y apoyo en litigios de EY, explicó que, “en el actual entorno de adversidad económica internacional los objetivos de crecimiento y la conducta ética de las empresas puede ser prioridades en competencia en los negocios”.
En México se percibe un aumento en la corrupción como consecuencia de la crisis económica, el problema es que las empresas pueden perder negocios por no ser más enfáticas al combatir el soborno, “los negocios en México deben ser mucho más conscientes de los riesgos asociados a esta clase de prácticas perniciosas. La alta dirección no puede subestimar el riesgo reputacional de verse involucrado en una situación de corrupción”.
El tema es especialmente relevante pues EY señala que las empresas a nivel mundial están en busca de oportunidades de inversión en los países considerados “los próximos BRIC”, es decir México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía (MIST), algunos de los cuales han sido históricamente percibidos como poseedores de una alta incidencia de fraude, soborno y corrupción.
“Las empresas están dejando de aprovechar oportunidades de reducir considerablemente sus riesgos de corrupción al no adoptar una serie de medidas e iniciativas que no son necesariamente las más sofisticadas ni las más costosas ni complejas”, concluyó José Claudio Treviño.
Ariadna Cruz
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