El sismo del pasado 19 de septiembre demostró que es preciso mejorar los protocolos de seguridad, fomentar los seguros de vivienda y usar tecnología para medir riesgos, dijo Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com.
Para conocer el impacto del temblor en el sector de la vivienda hay que esperar hasta el cierre de 2017, cuando se ajustarán los precios de las zonas afectadas y aledañas; habrá colonias que ganen o pierdan, expresó el analista.
Ante la necesidad de conocer el impacto del sismo, nos preguntamos ¿cuándo sabremos realmente el efecto de esto en el mercado inmobiliario de CDMX?
Se detectaron tres fases, la primera es la depreciación que ocurre desde el sismo hasta la fase de reconstrucción y los programas de apoyo. En segundo lugar, cuando los precios de adapten a las nuevas tendencias del mercado que será en el cuarto trimestre del año (fase en la que nos encontramos). En tercer lugar, se definen las colonias que perdieron o ganaron en términos de habitabilidad: estilo de vida, puntos de interés y nuevos desarrollos.
El criterio que utiliza Propiedades.com para determinar las consecuencias del terremoto, y para definir una tendencia de mercado realiza un control de calidad científico que incluye filtros estadísticos y observaciones confiables, además de medir las tendencias de cada una de las zonas del mercado inmobiliario del país.
Asimismo, las búsquedas dan indicios sobre el nuevo mapa de las preferencias de reubicación de los usuarios, principalmente en casas y en rentas. El inventario revela la percepción del riesgo, y los precios todavía no han descontado el impacto del sismo, solo variaciones marginales porque el evento es reciente.
El sismo es una oportunidad para recapitular todos los elementos en una operación de compra. Se deben evaluar todos los elementos que tienen un grado de complejidad, el elemento legal-jurídico, el financiero, el emparejamiento con la habitabilidad de la zona, la participación de los comités vecinales y cómo se ejerce el impuesto predial en la zona.
Después de esto, el cierre de año con un evento disruptivo que impactará a CDMX, la fase de reconstrucción jugará un nuevo replanteamiento de los procesos de desarrollo en la ciudad que pueden derivar en un mayor nivel de empleo y nuevos proyectos de edificación.
La industria aprendió del 19 de septiembre de 1985 la noción de resiliencia que empezó a posicionarse como una política pública prioritaria; no obstante, aún está el reto de asegurarse, mejorar los protocolos de seguridad y la implementación de códigos de edificación. Eso hará que la industria evolucione minimizando los riesgos de residentes.
En 2017, se ve la necesidad de implementar códigos de edificación con tecnologías de última generación para eventualidades sísmicas. También destaca la necesidad de seguir midiendo y evaluando el impacto de las políticas públicas y la habitabilidad de las colonias.
Se está reconfigurando toda la ciudad y se tiene que pensar después del 19 de septiembre de 2017 como un nuevo paradigma urbano.
Redacción
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