Factor humano y clima laboral, son dos términos base en cualquier empresa, estos temas se encuentran interrelacionados, porque depende del factor humano la ejecución de las tareas y por ende la productividad y del modo de interacción entre los miembros, el clima laboral.
Tendemos a olvidar que las personas que conforman la empresa son seres humanos con una estructura de personalidad y necesidades básicas; no sólo requieren un sueldo para poder vivir, sino también poseen un conjunto de necesidades como armonía, comunicación, reconocimiento, sentimientos de logro, entre muchas más.
Por ende la armonía en el trabajo es un elemento fundamental para que las personas que colaboran dentro de ella, se sientan plenas, satisfechas y sobre todo con ganas de ejecutar sus actividades, (que aunque tienden a ser rutinarias), les permitan innovar y crear diversas formas de ejecución de las mismas.
Cuando nos encontramos ante compañeros o jefes hostiles, malhumorados o extremadamente críticos o exigentes, nos sentimos presionados, aletargados y sobre todo vamos perdiendo interés en el trabajo y perdemos de vista los objetivos, ya que, la mente se siente saturada por esta energía negativa que ronda en los pasillos.
Varias investigaciones han arrojado que un buen clima laboral evita la rotación de personal, así mismo baja el nivel de ausentismo, las personas se sienten propositivas y con ganas de experimentar el trabajo desde otra perspectiva.
El mantener una actitud abierta y receptiva, permite que el flujo de la comunicación y de la ejecución se mantenga en porcentajes altos. Asimismo los empleados requieren sentirse parte de la empresa e importantes para la misma, necesitan saber que su trabajo es reconocido e importante, lo que permite que se sientan útiles y significativos.
Es relevante tomar la responsabilidad en la participación activa que tenemos cada uno de nosotros en el ámbito laboral, no sólo el liderazgo tiene la responsabilidad de generar un buen clima laboral. Cada uno de nosotros tenemos que percatarnos que nuestra energía (vibra) es determinante en nuestras relaciones laborales; el sentirnos llenos de envidia, resentimientos, apatía y malhumor, así como ser sumamente competitivos, tratando de meter el pie a algún compañero, va a generar una hostilidad constante que nos hace sentir incómodos a todos.
Es una realidad que la gente actualmente se queja del mal clima laboral que reina en su empresa, sin embargo, no podemos esperar que otros intenten mejorar las cosas, si constantemente nosotros estamos quejándonos, criticando y emitiendo severos juicios de valor acerca de la ejecución de actividades de otros compañeros. Es necesario sentirnos internamente en armonía, dar lo mejor de nosotros, pero no solamente en el aspecto de la ejecución, sino siendo personas equilibradas y armónicas, relacionándonos con los demás de la mejor manera, permitiendo que aflore una personalidad flexible, y ocupándonos completamente de lo que nos toca a cada uno.
No podemos pedir que las cosas sean diferentes, si nosotros no cambiamos…
Por Mónica Morales Rodríguez.
Directora del centro de desarrollo humano Casa Shambhala
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