Hace alrededor de 50 años, en México comenzaron a impartirse estudios secretariales. Las mujeres estudiaban y ejercían esta carrera en un plano tradicional, tenían un horario fijo y sus funciones se desarrollaban detrás del escritorio; haciéndolo un cargo muy demandado en esos tiempos.
Actualmente, las necesidades de las empresas y las ambiciones de los jóvenes talentos provocaron una evolución respecto al cargo y las funciones de las secretarias, generando una nueva categoría y llevándolas al nivel de asistentes. Este puesto se ha convertido en un gran apoyo para las diversas áreas que componen una compañía así como para los responsables de cada una de ellas, ya que las nuevas asistentes, con sus labores y funciones, entregan valor agregado a la empresa que las contrata.
Para entender las cualidades de una asistente debemos diferenciarla de una secretaria. Las funciones que realiza una secretaria son tradicionales, muchas veces permanecen en servicios de back-office y alcanzan a percibir hasta 8,000 pesos mensuales. En cambio, las nuevas asistentes –pertenecientes a empresas de consumo masivo por ejemplo- tienen un perfil ejecutivo: se involucran en el negocio, realizan funciones de front office y apoyan en reuniones y eventos a los Directores o Gerentes de alta dirección. Estos perfiles cotizan un salario mensual por encima de los 15,000 pesos, ya que poseen la formación, experiencia y el background necesarios para convertirse en un recurso que genere un alto valor agregado.
Resulta fundamental que un talento que se desarrolle como asistente a nivel profesional cuente con estudios académicos dentro del sector. En México existen varias escuelas con programas secretariales que están incorporando nuevas materias para que los graduados proyecten su carrera y desarrollo profesional como asistentes. Asimismo, es necesario que posean habilidades técnicas, como computación y taquigrafía, y conocimientos sobre imagen personal para saber presentarse y comportarse de manera ejecutiva. Sin embargo, estas posiciones pueden ser ocupadas por perfiles de otras carreras universitarias, siempre y cuando posean vocación para el puesto.
Lo ideal es que estos perfiles tengan entre 35 y 40 años de edad. Las empresas buscan personas maduras y con disponibilidad total de horarios y de movilidad, para que puedan enfocarse al 100% en su trabajo. Generalmente, cuando una compañía requiere asistentes menores de 35 años, lo hace por la posibilidad de moldearlos a los requerimientos de los superiores.
Un valor agregado que resulta muy atractivo para un Director, es que el profesional cuente con el know-how y experiencia en la industria a la cual pertenece la compañía.
Asimismo, es indispensable para estos perfiles generar confianza; los directores no desean cambiar de manera constante a sus asistentes, sino que buscan que se adapten e involucren en el negocio de la compañía. En nuestra experiencia, las altas direcciones y las gerencia demandan profesionales que se establezcan, hagan carrera y tengan vocación.
Históricamente las funciones secretariales en México han sido desempeñadas por mujeres. Incluso hoy en día, las posiciones de asistentes se avocan a las mujeres en un 99%, y en contadas ocasiones se solicitan varones para cubrir estas vacantes. Esto se debe a que cuando los hombres aceptan un empleo de asistencia lo ven como algo temporal o lo hacen motivados por el aprendizaje que puede darles el trabajar de manera cercana con el Gerente o Director de una compañía.
Por Montserrat Zamora, Consultor Senior de la División de Assistants en Page Personnel México
Información relacionada
[tubepress views=”false” title=”false” length=”false” video=”zjv4oN-dEJQ”]