Es muy importante recapacitar que detrás de la obtención de cualquier cosa, nos encontramos “nosotros”; con nuestras habilidades, el empuje y el empeño que mostramos en salir adelante, está nuestra fuerza y el coraje. Pero también, pueden cohabitar la envidia, la competencia, la deslealtad, el engaño, la burla.
De eso se trata la revisión personal, consiste en observar objetivamente qué tipo de persona somos o fuimos, dependiendo de las diversas experiencias que se presentan ante nosotros. No vale la pena perder el tiempo en cambiar nuestros ropajes para convertirnos en lo que los demás esperan que seamos, la base de la felicidad es que en todo momento seamos congruentes y fieles a nuestros ideales e intereses.
Cada encuentro, cada circunstancia nos muestra como espejo, ciertas características de nosotros mismos. No es que la vida se nos revele, sino que, nosotros nos revelamos con cada experiencia y dependiendo del modo en cómo hacemos frente a las circunstancias, es en donde nos percatamos del cúmulo de habilidades que vamos obteniendo, así como de los obstáculos que vamos poniendo, para seguir transitando por este sendero. Por lo tanto, no podemos decir que la vida ha sido buena o mala con nosotros, la evaluación correcta es decir que tan bueno o malo he sido YO al enfrentarme a las diversas experienciasdel cotidiano.
Es válido que pongamos excusas, responsabilizando así al entorno o a otras personas de las cosas que no salieron como creíamos que deberían salir. Una excusa no es mala, pero nos limita en el crecimiento personal, impide que tomemos conciencia y por ende, esto nos puede llevar a repetir el número de veces necesarias la experiencia, hasta que encontremos la madurez y ensayemos responder a la misma desde otra óptica.
Tal vez algunos seres decidan vivir y vivir cierta experiencia hasta que aprendan, pero, no es la única forma existente. Podemos hacer conciencia, ser objetivos y aprender justo en el momento en que la experiencia está ocurriendo y ahí parados dar un giro, una vuelta de tuerca y encontrarnos con nuevas posibilidades, que siempre han estado dentro de nosotros pero que no habíamos visto por estar empeñados en ser rígidos e inflexibles y tener a toda costa la razón, aunque esa sea parte de la perdición.
No es justo para nosotros como individuos seguir siendo la persona que fuimos hace un año o hace tres… dejemos a un lado los patrones viejos que no nos han servido de nada hasta ahora. No nos burlemos de los otros ni de sus decisiones, tratemos mejor de entender las razones que los llevan a eso, y si no tenemos respuesta, recordemos que cada quien es libre de vivir su vida como desea.
Olvidemos el resentimiento y el rencor, porque sólo nos hace daño a nosotros; puede que el otr@ ni siquiera esté enterado de que alberguemos esos sentimientos dentro de nuestro corazón. Llenémonos de luz, de esperanza, busquemos la felicidad y la plenitud, más allá de las cosas materiales.
Mtra. Mónica R. Morales Rodríguez
www.casashambhala.es.tl
TW: @terapia_morales
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