El más reciente examen de la situación financiera de México, “Estudios Económicos y Sociales” realizado por Banamex presenta diversas perspectivas de la economía nacional, aquí parte de dicho análisis.
La actividad económica continuó su expansión al inicio del segundo trimestre, a pesar de un débil desempeño de la industria. El índice global de la actividad económica (IGAE – proxy mensual del PIB) creció 2.4% anual en abril. El resultado fue mucho menor al avance promedio anual del primer trimestre, 4.6%. No obstante, consideramos que su relativamente débil desempeño se debió a factores temporales.
Entre los factores temporales relacionados con el bajo desempeño económico en abril encontramos al efecto del calendario. En particular, la semana santa implicó 1 punto porcentual menos; ya que sobre la base ajustada por tal efecto y otros factores estacionales el IGAE creció 3.4%, cifra por arriba del 3.0% en marzo, y registró un incremento mensual de 0.3%.
Consideramos que la debilidad de la industria fue temporal. La producción industrial disminuyó en abril en 0.1% mensual y creció sólo 1.4% a tasa anual, muy por abajo del 5.3% promedio anual del primer trimestre, ante la relativa debilidad observada en las manufacturas, su principal componente. En esta industria destacó la caída del sector automotriz, el más afectado por el problema de Japón. La producción de vehículos ligeros cayó, de acuerdo con nuestros cálculos, poco más de 20% con respecto a marzo. Ello implicó una caída de 10% anual en la producción de vehículos ligeros en términos de unidades, tras un incremento promedio anual de 21% en el primer trimestre. Sin embargo, la recuperación de este segmento parece haber sido muy rápida.
Por su parte, el crecimiento del sector de servicios sí apoyó al avance de la actividad económica en abril. Los servicios aumentaron 3.1% anual, destacando un incremento mensual de 0.4%. El efecto negativo de la semana santa sobre este sector fue moderado, 0.4 puntos porcentuales, al ajustar por estacionalidad.
El desempeño de la demanda doméstica será determinante para un avance sostenido del sector de servicios durante el resto del año. El resultado de los servicios en abril fue alentador, ya que sugiere que la demanda doméstica continúa avanzando. Por su parte, confiamos en que el avance de la demanda externa continuará a buen ritmo durante el resto del año, pero estamos esperando que la demanda interna gane impulso y apoye a un buen ritmo de crecimiento del PIB en la segunda mitad del año.
Basamos esta expectativa en la evolución favorable en dos de los principales determinantes de la demanda interna, la masa salarial y el crédito al consumo, los cuales han mostrado una dinámica positiva en los últimos meses.
En tanto, en lo referente al gasto en inversión, esperamos que continúe mejorando gradualmente: las cifras de compras de maquinaria y equipo van en ascenso, las importaciones de estos bienes crecieron en un 22% anual (en dólares), su mayor tasa en casi tres años; pero también esperamos una mejoría gradual en la construcción, tanto en el gasto del gobierno en infraestructura cuanto en el gasto privado en edificación de viviendas en los próximos meses.
En general, a pesar de la debilidad mostrada al principio del segundo trimestre, reiteramos nuestra expectativa de crecimiento del PIB de 3.7% en el segundo trimestre y de 4.8% para todo el 2011.
Consideramos que las cifras recientes confirman que la relativa debilidad de la actividad económica en abril fue temporal, y que el repunte ha sido muy rápido. Estimamos que el avance manufacturero retomó un buen ritmo de expansión anual en mayo y junio, impulsado en buena medida por el avance de la actividad manufacturera en EUA principal demandante de manufacturas mexicanas. Ello nos lleva a mantener una perspectiva positiva para la producción manufacturera en México durante lo que resta del año.
Si bien para el segundo semestre esperamos que la recuperación económica se extienda, no estamos descartando la existencia de algunos riesgos para nuestro pronóstico, sobre todo en el sector externo. No obstante, prevemos que el impulso en la segunda mitad del año vendrá acompañado de una mejoría gradual de la demanda domestica.
Ariadna Cruz, con información de Banamex