Nuestra más reciente encuesta global a administradores de fondos resalta que los inversionistas ven una recesión en Estados Unidos como el mayor “riesgo de cola” global. Nosotros pensamos que una recesión en Estados Unidos es poco probable, aunque nos preocupa la debilidad en el sector manufacturero estadounidense, ya que podría debilitar el crecimiento en el sector manufacturero mexicano. Como resultado, vemos el balance de riesgos sesgado a la baja para nuestro pronóstico, ya por debajo del consenso, de 2.25% de crecimiento para el PIB.
La recesión en Estados Unidos es la principal preocupación para los inversionistas
Nuestra más reciente encuesta global a administradores de fondos resalta que 18% de los inversionistas globales que respondieron la encuesta ven a la recesión en Estados Unidos como uno de los mayores “riesgo de cola”, junto con el fracaso de la política de expansión cuantitativa en Europa y Japón. Aunque la proporción de los inversionistas que ven a la recesión en Estados
Unidos como el mayor riesgo de cola está por debajo del 26% de la encuesta de febrero, todavía es una porción significativa, ya que casi 1 de cada 5 inversionistas globales lo considera el mayor riesgo.
Desde nuestra perspectiva, una recesión en Estados Unidos, si es que ésta ocurre, sería un riesgo importante para el PIB de México ya que casi todas las recesiones en Estados Unidos han estado acompañadas por recesiones (o crisis) en México, con la más reciente excepción siendo la recesión en Estados Unidos a principios de la década de los 90.
Los analistas en Estados Unidos ven poco probable una recesión
Hay varias maneras de estimar la probabilidad de una recesión. Una es preguntarle directamente a los analistas. Esto es precisamente lo que hace la Encuesta de Pronosticadores Profesionales (SPF por sus siglas en inglés). Esta encuesta la conduce el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia. Una de las preguntas de la encuesta cuestiona directamente a los participantes sobre sus estimaciones en torno a la probabilidad de un descenso en el nivel del PIB real en el trimestre actual y los siguientes cuatro trimestres. Estos son descensos en el nivel del PIB real de un trimestre al siguiente.
Utilizando las respuestas promedio de la SPF, la Fed de Filadelfia publica el índice de ansiedad, el cual representa la probabilidad de un descenso en el PIB real en el trimestre inmediato después de la realización de la encuesta. A pesar de que el índice de ansiedad se ha incrementado recientemente, todavía se mantiene en niveles bajos, lejos de los niveles vistos durante las recesiones en Estados Unidos.
Modelos econométricos también estiman una baja probabilidad de una recesión
Otra manera de medir la probabilidad de una recesión es utilizar modelos econométricos. Un estimado popular es proporcionado por los profesores M. Chauvet y J. Piger, disponible a través del sistema FRED en el Banco de la Reserva Federal de St. Louis. Estas son probabilidades obtenidas de un modelo econométrico estimado utilizando datos de la nómina no-agrícola, producción industrial, ingreso real personal, manufactura real y ventas comerciales.
Vemos una recesión en Estados Unidos un poco más probable, pero lejos de nuestro escenario base
Nuestros economistas para Estados Unidos ponen la probabilidad de una recesión en 25%, lo cual está todavía lejos de ser nuestro escenario base, aunque también es mayor a la probabilidad de 5%, que es el estimado asociado a periodos recientes en los que no hubo recesión. El estimado de nuestros economistas para Estados Unidos es subjetivo, aunque está basado en una serie de indicadores que extraen información de los precios de activos como los índices de bolsas y la pendiente de la curva de rendimiento.
La débil producción industrial, detrás de las preocupaciones en torno a una recesión en Estados Unidos
Nuestro escenario base de crecimiento para Estados Unidos este año es de 2% interanual, aunque con la producción industrial sin aumentar su nivel respecto al año anterior. Desde nuestra perspectiva, la debilidad en el sector industrial es lo que ha provocado la mayor parte de las preocupaciones en torno a una potencial recesión en Estados Unidos. Vemos una recesión como poco probable dado que el sector servicios representa el 80% de la economía estadounidense y dicho sector continúa teniendo un sólido crecimiento.
Parte de esta debilidad en la producción industrial se debe a la debilidad en el sector manufacturero, aunque la mayor parte de la debilidad está impulsada por una contracción en el sector minero que se está ajustando a los menores precios del petróleo. El crecimiento anual promedio en el sector manufacturero fue de 1% durante los cuatro meses anteriores a enero de 2016, mucho menor que el 3.6% para el mismo periodo un año anterior. Aunque los datos en el margen muestran que la manufactura podría no estar deteriorándose, se mantiene débil. La debilidad en el sector manufacturero de Estados Unidos es el resultado de la debilidad en las exportaciones, que a su vez parecen ser consecuencia de un dólar fuerte y un crecimiento global débil. Un dólar fuerte es en parte una función de las políticas monetarias divergentes entre Estados Unidos y otros grandes bancos centrales, lo cual es probable que continúe en los siguientes meses con riesgos de divergir aún más.
La debilidad en el sector manufacturero es un riesgo a la baja para el crecimiento de México
Existe una fuerte correlación entre la manufactura de Estados Unidos y la de México. Como lo muestra el gráfico, se ha registrado una importante tendencia a la baja en el PMI de Estados Unidos desde hace un año, lo cual se podría reflejar en la producción manufacturera en México. De acuerdo con un recuadro del reporte trimestral más reciente de Banxico, 10% de las exportaciones manufactureras totales de México hacia Estados Unidos son bienes intermedios utilizados para la producción en Estados Unidos. El mismo recuadro muestra que, hasta ahora, la debilidad en las exportaciones manufactureras se debe en parte a la debilidad en la manufactura en Estados Unidos. Por lo tanto creemos que este es un claro riesgo para la producción industrial de México. La depreciación del peso mexicano todavía no ha tenido un impacto significativo sobre las exportaciones, aunque el efecto podría ser mayor en los próximos meses, en parte porque Mexico es ahora más atractivo para inversiones en manufactura dada la reducción de salarios en dólares y la reciente deflación en los sectores eléctrico y de telecomunicaciones.
BofA Merrill Lynch Global Research
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