Están en todas partes. En las universidades, comercios, casas, empresas, iglesias, medios de comunicación y fundaciones. También se pueden ver corriendo en el parque, dictando un discurso político, comprando, vendiendo, criando niños, trabajando en oficinas y pidiendo dinero. ¡Las mujeres están activas en todas partes!
No obstante, cada 8 de marzo, seguimos conmemorando el Día Internacional de la Mujer, que nos recuerda que aún siguen siendo un sector vulnerable.
¿De dónde viene la conmemoración?
Aunque no hay un consenso entre los historiadores sobre el origen del Día Internacional de la Mujer, se dice que fue producto del movimiento de mujeres en Norteamérica. En 1911 decidieron que la institucionalización del 8 de marzo sería un esfuerzo para reivindicar sus derechos y ganar la prerrogativa de votar y ser votadas.
Ciertamente los avances en el reconocimiento y protección de los derechos femeninos han progresado, pero no todo está resuelto. Por eso, el 8 de marzo de cada año, miles de mujeres de todo el mundo hacen escuchar su voz para denunciar casos de desigualdad, discriminación y violencia.
Algunas cifras de ocupación femenina en México
Al cuarto trimestre de 2012, el INEGI reportó que de un total de 43.8 millones de personas ocupadas 27.4 millones son hombres, y 16.4 mujeres.
Si bien las mujeres están ganando cada vez más espacios en el ámbito del trabajo, lo cierto es que esta incorporación no siempre se da en condiciones de igualdad y respeto a sus derechos fundamentales.
En muchas organizaciones siguen existiendo barreras y límites para el desarrollo profesional de la mujer. Basta recordar que la OCDE difundió en 2010 que en las compañías de los países miembros sólo uno de cada diez cargos directivos son ocupados por mujeres. La brecha de género sigue siendo una realidad.
Como un equilibrista
Aunado a condiciones laborales desiguales o francamente inequitativas, se sabe que las mujeres suelen cubrir una doble jornada: laboral y familiar. Incluso muchas de ellas se convierten en el sostén del hogar, económica y socialmente. Esto sin contar el poco valor que se le atribuye al trabajo doméstico, ni las diferencias salariales entre hombres y mujeres que trabajan.
Un pleonasmo laboral
A decir de algunos expertos, el término mujeres trabajadoras es un pleonasmo, ya que la primera condición lleva implícita la segunda.
En todo caso, las mujeres (a secas) requieren condiciones más equilibradas para desarrollar su doble papel social. Un ejemplo de los esfuerzos a favor de las mujeres es el Modelo de Equidad de Género (MEG) otorgado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) que reconoce las mejores prácticas en esta materia por parte de las empresas.
Adecco, la firma líder en materia de recursos humanos, cuenta con esta certificación y con motivo del Día Internacional de la Mujer, hace votos porque esta conmemoración se convierta una reflexión profunda que nos lleve a tomar mejores decisiones a favor de la equidad de género dentro de las organizaciones y las familias.
Redacción
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