Estamos a un mes aproximadamente de la llegada de la primavera, por lo tanto el clima ya empieza a cambiar, es tiempo de sacar los stocks, pues de no ser así, perderemos en su almacenamiento.
Hoy más que nunca la economía se rige por ciclos, el cambio en el modelo económico, del dinero “real” fundamentado en oro, por el dinero “Fiat” basado en la productividad y el intercambio, ha generado una clara división de tiempos en cuanto a los proceso económicos, propiciando el recambio o recompra necesarios.
Ahora que los consumidores de bienes y servicios se centran más en la percepción, como lo hemos mencionado anteriormente, es necesario que renovemos nuestros procesos de venta e intercambios.
Las temporadas son la oportunidad para renovar nuestro stock, nuestra imagen, nuestro servicio.
Al igual que las fechas específicas, al cerrar el invierno, los hábitos de compra tienden a adaptarse al clima, cambiamos la ropa, el calzado, nuestros hábitos en general, hay que darle la bienvenida a la primavera.
Nos levantamos más temprano, la luz aumenta, así aumenta nuestra dopamina y la temperatura, aumentando así el consumo de líquidos, y otros alimentos diferentes, cosas “frescas” pedimos en los lugares de consumo.
Renovar los productos o crear elementos de temporada es básicos, aquellos que generen la percepción positiva de frescura y espacios abiertos en el caso de los locales, para lograr atraer a los consumidores potenciales y conservar a los actuales.
El servicio también debe renovarse, una sonrisa de los meseros o hostess, las recepcionistas, las cajeras todos debemos renovar nuestra actitud, es importante el papel de la capacitación y dotar de herramientas a los empleados ante esta nueva etapa de la vida de nuestra marca.
La actitud de calidad en servicio, verdadero servicio, donde el cliente no siempre tiene la razón, pero le debemos respeto y calidad, ha hecho que seamos más exigentes cada vez como compradores y consumidores, por eso so pretexto de la temporada renovemos nuestro negocio por completo, logrando así el éxito.
Hay una ecuación básica para lograr esto y depende mucho de la investigación y comunicación con el cliente:
Calidad esperada = ≥ calidad recibida = Consumidor satisfecho.
Calidad esperada < calidad recibida = consumidor insatisfecho
De ahí que es muy importante preguntarle al consumidor, qué quiere o espera de nosotros, siempre a través de nuestras investigaciones y canales de comunicación, directa o indirecta, encuestas de salida, evaluaciones de servicio, y hasta un simple “qué le pareció” ayudan en este proceso.
Cambio de temporada, tiempo de renovar, todo.
Mtro. Felipe Augusto Torres Rodríguez
Consultor en Estrategia y Alta Dirección
felipeaugustot@gmail.com
@PhillipeTours
También podría interesarte