Con la contingencia sanitaria sacudiendo los mercados y transformando la operación de nuestras compañías, es importante que los líderes tomen decisiones estratégicas en situaciones inusuales, pero ¿cómo lograrlo de manera efectiva?
Al formar parte de una compañía de telecomunicaciones, donde el concepto de conectividad es vital para el negocio, la respuesta más atractiva es el neuroliderazgo: liderar con base en nuestro cerebro social, diseñado para asegurar la supervivencia al alejarnos de amenazas y acercarnos a recompensas.
Esta herramienta tiene como objetivo optimizar el vínculo entre líderes y colaboradores, analizando qué conductas motivan y desmotivan a los equipos. Para ello contamos con el modelo SCARF, creado por el NeuroLeadership Institute, mismo que podemos implementar aun trabajando vía remota:
- Estatus: nuestros colaboradores necesitan saber que su trabajo tiene valor, pues se relaciona con la percepción de importancia que tenemos para los demás. Respétalos, reconoce su labor (tanto en púbico como en privado), delega proyectos basándote en las habilidades de cada persona y elimina toda actitud de superioridad cuando te dirijas a ellos.
- Certidumbre: para combatir la incertidumbre creada por la pandemia necesitamos certeza en el ámbito laboral. Asegúrate de compartir la información que tus colaboradores necesitan para realizar sus tareas, comunica de forma clara tus expectativas, resuelve dudas y establece un flujo de trabajo adecuado.
- Autonomía: nuestros cerebros están hechos para tomar decisiones, algo que puede verse desafiado por reglas demasiado estrictas o un liderazgo autoritario. ¡Celebra la proactividad! Permitir que nuestros colaboradores compartan sus ideas y tengan la posibilidad de organizar su día ayuda a crear un ambiente flexible.
- Relaciones: crear espacios seguros para ellos –aun si son virtuales–, es necesario; tomarnos el tiempo para escucharlos y empatizar con sus circunstancias es de vital importancia si queremos generar un vínculo de verdadera confianza.
- Justicia: la injusticia genera rechazo inmediato por parte de cualquier persona y lo que menos queremos es tener un grupo de colaboradores a la defensiva. La transparencia en los procesos y la división de trabajo, así como el establecimiento de objetivos claros en conjunto, generan equidad en la compañía.
Estas herramientas pueden contribuir a que los líderes comprendan las principales preocupaciones de las personas a su cargo y diseñen, de esta forma, acciones más eficientes para crear un impacto positivo en nuestro entorno, incluso en momentos adversos.
Fortalecer la relación con nuestros colaboradores asegura el compromiso, participación y motivación de todos.
Por Mayra Chiu, Vicepresidenta de Diversidad e Inclusión, y Desarrollo Organizacional de AT&T en México
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