El cáncer de próstata puede prevenirse, si se adquiere el hábito del control médico periódico y sistemático.
Uno de los exámenes adecuados es el análisis del antígeno prostático específico (PSA). Este antígeno es una proteína producida por las células de la glándula de la próstata. El análisis del PSA mide el nivel del mismo en la sangre. Se extrae una muestra de sangre y en el laboratorio se mide la cantidad de PSA.
Ya que el cuerpo produce PSA, se puede usar para detectar enfermedades no sólo como el cáncer a la próstata, sino también otras afecciones benignas (no cancerígenas); a veces se le llama un marcador biológico o marcador de tumores.
Aunque los niveles de PSA por sí solos no ofrecen información suficiente para que los médicos puedan distinguir entre las afecciones benignas de la próstata y el cáncer, el médico tomará en cuenta el resultado de este análisis al decidir si debe investigar más a fondo en busca de signos de cáncer de próstata. En caso de ser así, se realizará un examen rectal.
Los médicos usan con frecuencia el análisis de PSA y el examen rectal digital como exámenes selectivos de detección de cáncer de próstata en aquellos hombres que no tienen síntomas de la enfermedad.
EL análisis de PSA también se utiliza para observar a los pacientes con antecedentes de cáncer de próstata y verificar si el cáncer ha regresado.
Cuándo y por qué
Las recomendaciones de los médicos en cuanto a los exámenes de detección de cáncer de próstata varían. Algunos recomiendan los exámenes anuales de detección para hombres mayores de 50 años de edad y algunos aconsejan a los hombres que tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata que comiencen dichos análisis a los 40 o 45 años.
Y es que la edad es el factor de riesgo más importante, puesto que casi el 70% de los casos de cáncer de próstata ocurren en hombres de 65 años de edad o mayores. Otros factores de riesgo de cáncer de próstata son los antecedentes familiares, la raza y posiblemente la dieta.
Los hombres cuyo padre o hermano tiene cáncer de próstata tienen una mayor posibilidad de padecerlo. Además, hay pruebas de que una dieta alta en grasa, especialmente la que proviene de los animales, puede incrementar el riesgo de padecer cáncer de próstata.
Si aún no estás en el rango de mayor riesgo, debes al menos contar con la información necesaria. Padres, hermanos y amigos deben hacerse los exámenes médicos necesarios.
El apoyo e información que puedas brindar pueden ser vitales.
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