Cuando una microempresa está en una etapa de crecimiento, en muchas ocasiones se piensa que hace falta un apoyo extra para concretar la consolidación, y generalmente la primera idea que llega es obtener un crédito. Sin embargo, no siempre es esa la mejor alternativa; antes de pensar en ello, vale la pena hacer un análisis profundo de la operación financiera de la compañía.