La Sexta Encuesta Nacional sobre Inseguridad (ENSI-6), llevada a cabo por el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI), con el apoyo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el levantamiento de campo —realizado en las 32 entidades del país y en 16 zonas urbanas—, presenta por segunda ocasión el termómetro del delito — índice nacional de inseguridad—, integrado por tres indicadores: la incidencia delictiva, el porcentaje de delitos cometidos a manos armada —datos ambos generados por la encuesta— y la tasa de homicidios dolosos —tomada de la estadística oficial—. Chihuahua resulta la entidad más insegura del país. Le siguen Sinaloa, Baja California, el Distrito Federal y Guerrero. La razón principal por la que Chihuahua y Sinaloa ocupan esas posiciones es que los homicidios dolosos han tenido un ascenso notable en sólo un año: en la primera pasaron de 18 a 42 y en la segunda de 28 a 43 —siempre por cada 100,000 habitantes—, lo que las coloca en un rango similar a la de países como Sudáfrica o Venezuela, con tasas muy altas de homicidios.