Con toda honestidad, ¿a quién no le ha pasado que de pronto al final del día no estén resueltas ni la mitad de las tareas que debían entregarse? Sucede que con el culto que se tiene hoy en día a la multifuncionalidad, nos esforzamos en atender dos o hasta tres cosas al mismo tiempo. El resultado: no logramos concentrarnos en aquellas que requieren de toda nuestra atención. Hay varios métodos para “poner foco” en lo importante y administrar mejor el tiempo. Uno de ellos es la “Técnica Pomodoro”.
A mediados de la década de los 80, Francesco Cirillo, un estudiante estadounidense luchaba por encontrar la concentración suficiente para estudiar de corrido. Después de varios intentos, llegó a lo que se conoce como la Técnica Pomodoro, una técnica de administración del tiempo con un principio básico: el cerebro funciona mejor cuando concentra toda su atención en un sólo concepto por periodos de tiempo cortos, seguidos de periodos (aún más cortos) de descanso.
Así, la técnica dice que hay que dividir las tareas en cuatro periodos de 25 minutos, y cronometrarlos. El autor sugiere un reloj de cocina en forma de tomate (de ahí el nombre de la técnica). Por cada periodo de trabajo, debes tomar 5 minutos de descanso, y después de cuatro (es decir, dos horas), puedes tomar un descanso de 15 minutos.
Pareciera como si uno fuera a desperdiciar mucho tiempo de la jornada, ¿no? El truco en realidad está en dedicarse por completo a la actividad. Esto quiere decir que no leerás correo electrónico, no entrarás a las redes sociales ni al chat, no contestarás teléfono, lo que te ayudará a finalizar más rápidamente aquello que parecería imposible de terminar en tan poco tiempo.
En resumen, la técnica consiste en lo siguiente:
- Escribe todas las actividades a realizar en una lista que sirva como “inventario de tareas”.
- Al comenzar cada día, elige las que deben completarse en esa jornada y escríbelas en una lista “Por hacer”. Sé realista: recuerda que la jornada sólo tiene 8 horas y tú deberás dividir cada tarea en periodos de 25 minutos.
- Comienza: ajusta el timer a 25 minutos y trabaja hasta que la alarma suene. Una vez que la tarea esté terminada, márcala o bórrala de tu lista “Por hacer”.
Cuando utilizas la técnica constantemente tu cerebro se entrena, de forma que cada vez es más sencillo permanecer concentrado y, en consecuencia, administras mejor el tiempo.
Puedes leer más sobre la Técnica Pomodoro aquí.
Itzel Castellanos
Esta técnica es muy buena, el
tiempo es oro y el perderlo es el problema que tenemos, hacemos mil cosas al
final del día pero no acabamos nada, y no sabemos bien en que hemos gastado
todas las horas que estamos trabajando. Cosa que puede llegar a ser muy
deprimente. Es como una enfermedad y cada vez es peor. Os dejo un link que creo
puede ser de mucha utilidad. http://es.workmeter.com/blog/bid/165164/Optimizando-nuestra-gesti%C3%B3n-del-tiempo