Tradicionalmente, todos los años, mientras corremos para alcanzar metas diarias, semanales, mensuales durante el último trimestre del año, nos damos también a la tarea de pensar en el siguiente año: buscar estudios, encontrar insights y preparar estrategias y presupuestos.
A diferencia de esta forma de hacer, hoy en día el contexto global de la pandemia y otras incertidumbres en los negocios trajo nuevos puntos a considerar, nuevas formas de pensar, elaborar y acompañar la estrategia de negocios.
Se calcula que en México, de acuerdo con cifras del INEGI, de octubre de 2020 a julio de 2021, cerca de 1.6 millones de negocios cerraron por la emergencia sanitaria de covid-19.
Podríamos decir que no se trata de dejar de planificar el futuro, pues casi nadie esperaba este fenómeno, de lo que se trata es de tener mayor conciencia de los riesgos, aprovechando la información y oportunidades que presenta este nuevo contexto.
Esta visión es mucho más confiable y robusta cuando se fundamenta en plataformas tecnológicas en las que el análisis automatizado con inteligencia artificial y el uso de algoritmos y datos duros reportan la realidad actual, factor indispensable para planear.
El reto para los empresarios está en vigilar en unas cuantas métricas la salud financiera de la empresa para detectar escenarios probables, cómo podrían afectar a la empresa y qué acciones tomar para mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades. Entre los principales lineamientos para realizarlo con éxito se encuentran:
Mayor importancia a la visión de largo plazo, con el fin de minimizar el impacto emocional y conductual del corto plazo.
- Gestión del cambio como ventaja competitiva.
- Mayor cuidado con métricas operativas, de rentabilidad y apalancamiento
- Mayor relevancia a la construcción de valor.
Existen diferentes maneras de hacerlo y cada empresa puede encontrar el enfoque que mejor le funcione. Lo más importante es nunca perder de vista puntos esenciales que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar una alineación estratégica para una época de incertidumbre, por ejemplo, analizar los riesgos y oportunidades asociados al contexto, lo que incluye comprender el impacto potencial en ventas, producción, cadenas de suministro, recursos humanos y otras áreas.
Es relevante estructurar también las respuestas y acciones para cada una de las situaciones / incertidumbres identificadas a través de planes y responsables específicos. Supervisar y ajustar la estrategia según sea necesario, en función del contexto cambiante, será también vital para que no se vuelva obsoleta y nos deje, por lo tanto, en un punto inicial donde cualquier cambio tome por sorpresa la supervivencia de la compañía.
Desarrollar una estrategia empresarial para una época de incertidumbre no es fácil, pero es fundamental que las empresas lo hagan para estar preparadas para los muchos escenarios potenciales que podrían darse.
Apoyándose en la tecnología de análisis de datos correcta, así como en la asesoría indicada, las empresas pueden desarrollar una estrategia que les ayude a navegar en tiempos de incertidumbre como los actuales.
Edwin Chazaro CEO de Nrich
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