Históricamente, cuando Estados Unidos estornuda, el resto del mundo contrae un resfriado. Actualmente, sin embargo, es Europa la que está contagiando sus gérmenes y, una vez más, el medio es el mercado financiero global. Debido a las preocupaciones sobre un incumplimiento soberano, los bancos europeos con exposición a la deuda de Europa han estado bajo bastante estrés, y encaran problemas de financiamiento. La buena noticia es que los bancos estadounidenses tienen muy poca exposición directa a la deuda europea. La mala noticia es que, debido a sus relaciones de comercio financiero y su exposición a la banca europea (que no figura en los balances generales), el sistema bancario de Estados Unidos no saldrá ileso.
BofA Merrill Lynch Global Research realizo este reporte donde señala los principales vínculos entre Europa y Estados Unidos. En orden de importancia:
1. Sistema bancario. La exposición directa de la banca estadounidense a la periferia de Europa es mínima, pero la exposición indirecta podría ser sustancial. Aunque los bancos de Estados Unidos tienen poca exposición a la deuda soberana europea, la exposición de los bancos de Europa es alta. Por lo tanto, la banca estadounidense está conectada indirectamente, a través de sus vínculos comerciales y del mercado de derivados. Las preocupaciones sobre un incumplimiento de deuda soberana ya comienzan a poner presión sobre los bancos europeos. Consideramos que esto podría generar un peligroso círculo vicioso: los inversionistas rechazan cada vez más la deuda soberana, elevando los costos de financiamiento, lo cual se suma a los problemas de la deuda y eleva las probabilidades de que haya incumplimiento. Ya sea que los bancos registren pérdidas o pierdan financiamiento, el crédito bancario podría verse seriamente reducido, debilitando la economía real.
Es este círculo vicioso el que tiene preocupados a los inversionistas que consideran que los problemas en Europa podrían generar un “momento Lehman”. Aunque esto es posible, no lo consideramos probable. Asimismo, opinamos que el contagio y el impacto sobre Estados Unidos sería menor. Nuestro economista internacional, Gustavo Reis, analiza estos efectos de segundo orden en la Perspectiva Global.
2. Confianza de los mercados. La aversión al riesgo en los mercados ha contribuido a una caída en la renta variable estadounidense y al aumento en la volatilidad.
3. Mercado de financiamiento. El Banco Central Europeo (BCE) ya está comprometido, pero la Fed no. La preocupación de los mercados en torno a la salud de la banca europea ha generado obstáculos para el financiamiento. La confianza entre los bancos de Europa se ha deteriorado, lo cual se puede apreciar en el incremento de la EURIBOR, la tasa interbancaria en Euros. Como resultado, el Banco Central Europeo se ha lanzado a dar apoyo a la banca de Europa, comprando €143mil millones de deuda para reducir los costos de crédito y utilizando sus swap lines con la Fed. El potencial incremento de los swap lines Fed-BCE han disparado preocupaciones. ¿Si se diera un incumplimiento y el BCE no tiene suficiente capital, podría estar en peligro la Fed? La respuesta corta es un no.
Consideramos que la Fed no comporta riesgo crediticio alguno, ni riesgo de tasa de cambio, que se deba a sus swap lines. Los swap lines funcionan de la siguiente manera: el BCE vende un monto específico de Euros a la Fed a cambio de Dólares, con la tasa de cambio vigente. El BCE está obligado a readquirir ese monto en una fecha especificada, utilizando la misma tasa de cambio y pagando intereses a la Fed. Con esta estrategia, el BCE puede prestar esos Dólares a los bancos de Europa, quedándose con todo el riesgo crediticio. Si el BCE tuviese un problema de insolvencia, sería financiado por los países miembros y devolvería sus préstamos a la Fed. Tal recapitalización del BCE sería negativa para los mercados por muchas razones, pero hay razón para preocuparnos por la exposición de la Fed.
4. Mercado de divisas. En Estados Unidos, los mejores fondos del mercado de divisas sólo están expuestos a la deuda de Europa Central, y se han estado diversificando agresivamente.
5. Flujos de operaciones financieras. Es el indicador más fácil de medir, pero representa el problema más pequeño y más controlado.
El escenario base de Laurence Boone, economista para Europa de BofAML, es que Europa se seguirá arrastrando hacia adelante, evitando un incumplimiento de deuda soberana o, en caso de que sí haya uno, manejándolo de manera eficiente. Esto permitirá que la economía estadounidense continúe su lenta recuperación. No obstante, como hemos mencionado, un escenario en que la crisis europea sube de tono podría representar el choque que finalmente arroje a la economía estadounidense a la recesión.
Con información Merrill Lynch Global Research Pymempresario.com
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