Hay ocasiones en que las circunstancias hacen que las obligaciones marquen tendencias o inclusive, de plano abran oportunidades a nuevos esquemas de trabajo. Eso es lo que sucedió con el decreto que obligó a los contribuyentes a usar facturas electrónicas.
Aunado al consabido ahorro en capturas, errores, papel, mensajería, almacenamiento, etc. La posibilidad de manejar comprobantes fiscales digitales, ha permitido a los desarrolladores de sistemas computacionales administrativos, ir más allá del comprobante que hace constar la enajenación de un bien o servicio.
¿Qué es eso de ERP?
Las empresas que cuentan con un ERP (Enterprise Resource Planning, por sus siglas en inglés), esto es, el conjunto de sistemas que tienen la finalidad de administrar los recursos de las empresas, no dudaron en adoptar el formato digital de otros movimientos, como devoluciones, cancelaciones, cargos, créditos, cobros, anticipos, etc.
Si bien el simple hecho de usar facturas electrónicas ya significaba un importante avance tecnológico, con la anuencia del SAT, el uso generalizado de otros comprobantes digitales ha permitido en la actualidad a miles de empresas pequeñas y medianas tener todo un ERP digital.
La empresa digital
Mediante el uso de este nuevo esquema, un ERP de vanguardia, permite que la información se transmita de una forma más fluida dentro y fuera de la empresa. El acceso a datos y comprobantes se hace de forma inmediata; lo que antes llevaba horas de búsqueda en cajas de archivo “muerto” se realiza ahora en segundos a través de una pantalla. Los errores se minimizan a tal grado que el tiempo de los empleados puede ser orientado a actividades de criterio y creatividad, convirtiéndolos en elementos más productivos en las organizaciones.
Convencimiento forzado
Una gran cantidad de contribuyentes pequeños, como empresas de servicios, personas físicas con actividad empresarial, profesionistas independientes, etc. que se vieron obligados por sus clientes a presentar a cobro documentos digitales, recién descubrieron los beneficios de manejar sus operaciones bajo este esquema, y muchos ya han dado pasos para computarizar otras actividades, como las compras, el control del inventario, las cuentas por cobrar y demás funciones administrativas.
Uso generalizado
Desde 2006, año en que se autorizó el uso de la facturación electrónica en México, a la fecha, han sido emitidas 13,870,381,317 facturas digitales por 3,984,077 contribuyentes registrados, según cifras del Sistema de Administración Tributaria (SAT), de octubre de 2014.
Al alcance de todos
El desarrollo de estas aplicaciones o sistemas, que emiten comprobantes fiscales digitales puede costar millones de pesos, sin embargo, el concepto de programación empacada, que permite venderlos cientos o miles de veces a través de canales profesionales, hace que su precio de mercado se diluya entre una gran cantidad de usuarios, llegando al cliente final en un monto tan accesible que cualquier PyME mexicana los puede obtener y disfrutar de los beneficios de tener un ERP 100% digital.
Por Ing. Germán Madero, Director Comercial de Microsip
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