Existe un número considerable de empresas mexicanas que ni siquiera han contemplado la posibilidad de exportar sus productos a otros países, lo cual era de esperarse cuando en el medio empresarial circulan tantas historias de terror, acerca del esfuerzo administrativo que implica exportar y de todo lo que puede salir mal.
También existe el mito de que exportar es sólo para empresas de gran tamaño, ya que son las únicas capaces de manejar enormes volúmenes de mercancía y porque los empresarios extranjeros sólo quieren hacer negocios con proveedores de renombre mundial.
Lo cierto es que en todos los países encontraremos empresas de diversos tamaños que requieren insumos para elaborar sus productos y siempre están en busca de nuevos proveedores con ofertas competitivas, dentro y fuera de sus fronteras. También existe un gran número de empresarios extranjeros que se dedican a encontrar productos terminados que resulten novedosos en sus respectivos países y que eventualmente sean del gusto de los consumidores.
México siempre se ha distinguido por la excelente calidad de los productos que enviamos al resto del mundo, así que el prestigio como país ya es una ventaja competitiva que los nuevos exportadores pueden aprovechar, para convertirse en otro caso de éxito.
Las condiciones actuales del mercado internacional, así como los avances en el ámbito de la logística, han hecho posible la incorporación de nuevos exportadores de diversos tamaños, poniendo a su alcance servicios integrales a precios accesibles.
No es ningún secreto que una empresa que diversifica su mercado a nivel internacional automáticamente fortalece su negocio y consolida su productividad, ya que la demanda de sus productos se mantiene mucho más estable a través del tiempo, gracias a que no depende del comportamiento de la economía de un solo país.
Cuando decidas convertirte en un exportador mexicano, puedes elegir el camino largo y lleno de aventuras, en donde aprenderás mucho acerca de lo que no debes hacer para exportar, o bien, puedes elegir el camino corto y eficiente, en donde cada uno de tus pasos tendrá sentido y dirección. Para todos aquellos empresarios que han recurrido a la asesoría de un Agente Aduanal, resulta muy claro cuál es el camino corto.
Quienes conocemos el camino corto podemos afirmar con toda certeza que:
¡Exportar nunca fue tan fácil!
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