Un buen líder no es solo alguien que tiene una fuerte visión estratégica o capacidad para impulsar resultados. Si bien estos rasgos importan, hay un aspecto que suele pasarse por alto y que caracteriza a uno bueno: la autenticidad.
Y ya lo sabemos, un buen liderazgo ayudará a mejorar la cultura general de la empresa, la eficiencia y trabajo en equipo, que al final brindará mayor productividad al interior de la organización y en consecuencia mejores resultados.
Pero, ¿cómo construir esta autenticidad y llevarla a otro nivel? De acuerdo con el Dr. Todd Dewett, autor, orador e instructor de Udemy, existen cinco rasgos hacen que un líder sea auténtico. Especificamente:
- Vivir y compartir valores. Ser auténtico requiere un alto grado de autoconciencia cuando de transmitir valores se refiere. ¿Usted es el tipo de persona que valora la transparencia? ¿tiende a dar y recibir comentarios? ¿usted es abierto a reconocer y aprender de los errores? Para lograr la autenticidad, es importante tomarse el tiempo para reflexionar de manera regular y tener claro lo que más le importa, por lo que debe estar preparado para apegarse a los principios que pregona, incluso en tiempos difíciles.
Teniendo una idea clara de tus propios valores, será el momento de empezar a compartirlos con los demás y conocer también sus valores. Tener un conocimiento mutuo de las preferencias individuales de los compañeros de equipo puede ayudar a identificar sus puntos fuertes, crear mejores vínculos y completar las interacciones laborales sin problemas.
- Saber conectar con empatía. Un líder es tan exitoso como el resto de su equipo. Esto significa que debe estar enfocado y atento a las necesidades de los demás.
Para lograrlo es fundamental escuchar más de lo que se habla. Escuchar a los miembros del equipo ayudará a desarrollar empatía, otra habilidad clave de liderazgo, y comprender mejor sus necesidades. Encontrar momentos para aprender más sobre sus valores e intereses, y cuando llegue el momento de tomar decisiones que los afecten, tratar de involucrarlos en lugar de decidirlas solo.
- Liderar fomentando el aprendizaje. La autenticidad no se trata solo de celebrar las victorias, también implica reconocer errores y fracasos. Una de las formas en que se puede poner esto en práctica como líder es fomentar una cultura de aprendizaje entre los empleados.
Cuando los compañeros de equipo se sienten cómodos tomando riesgos inteligentes, es mucho más probable que aprendan. Es importante ser un modelo para ellos, tener apertura al viaje de aprendizaje personal, contarles sobre los propios errores y fracasos, así como reconocer y recompensar tanto los esfuerzos como los resultados, siempre ayudará y motivará a que ellos mismos vean el aprendizaje continuo como un aliado.
Es por ello que capacitar al equipo para que adopte el aprendizaje como algo cotidiano y brindar los recursos, oportunidades de capacitación y presupuesto para asistir a conferencias u obtener certificaciones es clave en un líder.
- Mostrar gratitud. Tomarse el tiempo para expresar aprecio puede contribuir en gran medida a crear sentimientos de buena voluntad en ellos.
Es importante agradecer regularmente a los colaboradores por esforzarse, entregar productos de trabajo sólidos o mostrar un comportamiento de trabajo efectivo. Siempre buscar ser amable, interactuar de manera positiva y tener un trato equitativo es fundamental. Además, ser transparente respecto a las expectativas permite reducir el estrés y deja espacio para la creatividad.
- Crear influencia. Algunos líderes se ganan el respeto estableciendo una atmósfera de miedo. Si bien esto puede funcionar a corto plazo, el “respeto positivo” es mucho más efectivo para generar confianza y buenas relaciones de trabajo a largo plazo.
Este respeto influye de manera positiva en cómo se sienten las personas acerca de las decisiones tomadas. Los miembros de un equipo necesitan que el proceso de toma de cualquier acuerdo sea transparente y exista una explicación clara sobre el por qué de estos. Del mismo modo, este proceso deberá reflejar el trato respetuoso a los demás y propiciar comportamientos positivos.
Un buen líder será siempre aquel que aprenda continuamente sobre nuevas y mejores formas de serlo. Además, será aquel que busque no solo desarrollarse, si no también desarrollar dentro de la organización a otros que busquen serlo. Cuando los líderes aprenden juntos, pueden cuestionar ideas y aprender unos de otros para ser mejores.
Por: Raphael Spinelli, director regional para América Latina en Udemy
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