Crecer duele. Eso le sucede a los emprendedores. Ser emprendedor significa pasar por un proceso que inicia con la generación de ideas de negocio que en breve son puestas en marcha, a partir de creer que se tienen las habilidades para iniciar negocios, visualizar oportunidades y enfrentar el miedo y el riesgo al fracaso. El resultado natural de esta primera fase, es la creación de una o varias empresas, dependiendo del modelo de negocio que el emprendedor diseñe.
Existen diversas razones que estimulan a los emprendedores a crear empresas, aunque sin duda, una de las más importantes es la obtención de beneficios económicos. Para obtenerlos no basta con constituir empresas, también hay que manejarlas. La fase de inicio de una empresa deja al emprendedor en una posición crítica pues los recursos son escasos y hay mucho trabajo por hacer: comprar insumos, vender, producir, administrar, pagar, resolver problemas técnicos, etc. Todo esto requiere de la conformación de un equipo de trabajo que debe incorporarse en un esquema viable para la empresa.
Aquí empieza otro gran reto pues al emprendedor le toca ahora volverse jefe. Si ya ha tenido experiencia manejando equipos de trabajo, puede resultarle menos complicado; sin embargo, no olvidemos que no es lo mismo cuidar los recursos propios que los recursos de terceros. Más complicado resulta cuando el emprendedor no tiene experiencia manejando gente. En cualquier caso, es necesario seguir algunas recomendaciones básicas para buscar ser eficiente como jefe y que el proceso de crecimiento sea lo menos doloroso posible:
1.-Identifica si es tu deseo estar a cargo del manejo de la empresa o si prefieres hacerlo a través de un socio o director. Hay emprendedores cuyo principal talento es generar ideas de negocio, hay otros que tienen habilidades para el manejo empresarial y otros que combinan ambas. Todos los escenarios son válidos.
2.-Define una filosofía corporativa para la empresa. Esto se refiere a la misión, la visión y los valores; en la medida que esto sea claro para ti, tendrás elementos para incorporar al equipo de trabajo a esta forma de actuación y de alcances. Formarás una cultura de trabajo.
3.-Selecciona correctamente a tu personal. La experiencia dice que siempre existe alguna posibilidad de equivocarse en la selección del equipo de trabajo, pero es importante que definas parámetros básicos para tomar decisiones en este tema.
4.-Define funciones, objetivos e indicadores y un sistema de evaluación del desempeño. Es necesario ser muy claro al comunicar lo que se espera del personal en términos del resultado, fechas, recursos con los que cuenta para desempeñar su función, en qué consiste ésta y la meta, que cuando es rebasada puede generar recompensas.
5.-Diseña mecanismos concretos de comunicación. Las palabras vuelan, así que las indicaciones relevantes al equipo de trabajo siempre deben ir por escrito de tal manera que precisen tareas, resultados esperados, fechas, responsables y esquema de seguimiento.
6.-Revisa el marco legal en temas laborales. Esta información te dará certidumbre en tu actuación como jefe y reducirás los riesgos de futuros litigios.
Especialmente, busca definir un estilo de liderazgo que permita que tu empresa evolucione favorablemente y propicie que tu equipo de trabajo se sienta involucrado y lo mejor, también en crecimiento.
Dra. Alejandra Herrera M.
Sendatek, Asesores en Innovación
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