Después de 19 años de trabajo con bajo perfil otorgando empleo y capacitación a personas que proceden de la calle o que se encuentran en situación de adicción a las drogas, la Fundación Código Ayuda, creada por la actriz Gabriela Goldsmith, genera pequeños empresarios con una metodología propia.
La metodología cuenta con indicadores propios para medir el avance y contar con procesos de evaluación y seguimiento que consta de cinco pasos que dan certeza en la planeación de proyectos de los jóvenes participantes.
Mediante un programa denominado “Una carrera de vida”, que consiste en otorgar salud, educación, capacitación, empleo y vivienda a jóvenes de entre 15 y 24 años, dijo.
La organización es mixta y trabajamos con jóvenes de 15 a 24 años, apoyamos a otras organizaciones civiles que se dedican a niños de la calle, así como recibimos apoyo de algunas instituciones gubernamentales como la CNDH y la SSP, explicó Goldsmith en entrevista.
Recientemente se firmó una alianza con la SEP del estado de México para el desarrollo en educación secundaria y carreras técnicas como capacitación para el futuro.
La metodología para la creación de pequeñas y medianas empresas es realizada en un trabajo interdisciplinario con instituciones académicas de prestigio, añadió la actriz.
De la primera generación egresaron 89 alumnos que están formando una ciudad autosustentable, comentó Goldsmith, y añadió que se han generado cuatro empresas, una panadería y una carpintería, así como una empresa que fabrica tapetes en Temoaya, en apoyo a la región indígena Otomí en el estado de México.
El gobierno de Enrique Peña Nieto, otorgó un predio en comodato de tres mil metros cuadrados para la creación de la colonia autosustentable, agregó la actriz.
El trabajo es permanente y contamos con un centro de apoyo para madres solteras, otro centro de capacitación en San Jerónimo, una Villa Juvenil en Acantepec y la casa Margarita en Tacubaya.
Finalmente, la actriz concluyo en se requiere mayor sensibilización en la sociedad ante la problemática juvenil tanto del gobierno como de la iniciativa privada, de una mayor participación de las empresas en la responsabilidad social para evitar que los jóvenes caigan en las adicciones y contribuir a la generación de empresas para el desarrollo de las comunidades.
Salvador Guerrero