La Factura Electrónica puede impulsar o complementar la automatización de la MiPyME; “pues a través de la emisión de este tipo de comprobantes no sólo se está cumpliendo con una disposición oficial, sino también se impulsa una visión clara de los procesos de facturación, contabilidad, ventas, flujo de efectivo, compras y elaboración de declaraciones de impuestos, entre otros procesos; así como el ahorro de costos entre un 40 y 80%”, mencionó René Torres Fragoso, Director General de el CONTPAQ i .
La adopción de la Factura Electrónica en las empresas, añadió, facilita y simplifica varios procesos. Por ejemplo: el proceso de venta basado en papel requiere de mayor tiempo y esfuerzo desde la cotización al cliente, hasta que se registra la cuenta por cobrar. “Si se aplicará el uso de la Factura Electrónica, mediante un software empresarial, este proceso se simplifica sólo en cotización a pedido y facturación, con el beneficio de tener de manera automática la cobranza y la afectación de inventarios”, explicó el directivo.
Aunque el esquema de Comprobante Fiscal Digital ya es utilizado por 92% de las empresas grandes y 94% de las empresas medianas; en tanto, 80% de las empresas pequeñas ya facturan electrónicamente motivadas principalmente por sus clientes.
La administración de una empresa basada en el uso de la Factura Electrónica hace posible una reducción de costos de entre un 40% y 80%, además de mejorar la cobranza y agilizar los procesos de venta, inventarios y cuentas por pagar.
Torres comentó que a dos años de haber sido definida como el esquema de comprobación fiscal obligatorio para las empresas con ingresos superiores a 4 millones de pesos al año y de adopción paulatina para el resto de los contribuyentes, actualmente se ha visto un aumento importante en el uso de la Factura Electrónica.
“En una oficina, 70% de tiempo se gasta en procesar papeles y un trabajador administrativo dedica entre 30% y 40% de su tiempo en buscar información en papeles. La Factura Electrónica hace más fáciles los procesos de una empresa y proporciona ahorros en sus costos operativos; simplemente, los costos de impresión, almacenamiento y operación durante cinco años por cada factura en papel es de 160 pesos, en tanto de una factura electrónica es de 60 pesos”.
La adopción de esta práctica por las empresas facilita la cobranza: “Al tener un control de todo lo emitido y en el momento en que surge una diferencia la refacturación es inmediata, además de reducir los gastos administrativos, como en personal, mensajería, entre otros”, agregó el directivo.
Redacción
Información relacionada
[tubepress views=”false” title=”false” length=”false” video=”_FpAste8dto”]