La mayoría de las personas utiliza con mucha frecuencia o casi todos los días las redes sociales. Éstas son una gran herramienta para volver a contactar a colegas, hacer nuevos amigos y compartir información de forma rápida y masiva.
Sin embargo, muchas personas utilizan las redes sociales únicamente como herramientas de entretenimiento. Los reclutadores consideran cada vez más todo lo que sucede en ellas para obtener mayor información sobre algún candidato.
La red social tiene que ser vista como una extensión de la vida cotidiana. Su reputación online es tan importante como la imagen que mantiene en sus relaciones personales y profesionales del día a día.
Por esta razón, la reputación digital es algo muy importante a considerar cuando se piensa en la búsqueda de una nueva oportunidad de carrera. Los reclutadores alrededor del mundo denominan este método de verificación de referencias como social recruiting, donde se busca más información acerca de posibles candidatos.
Con base en lo que se publica como: contenido, fotos, reseñas, etc. se puede profundizar más en la tendencia de comportamiento del candidato que, junto con su experiencia técnica, forman el perfil completo que se busca para satisfacer las necesidades de la empresa solicitante.
Por supuesto nada es fácil y exacto en este proceso. Los headhunters siempre deben ponderar su juicio con extremo cuidado. El social recruiting no es suficiente para proveer con precisión una lista de finalistas potenciales que satisfagan los intereses de una empresa. El componente virtual en la contratación es sólo una parte de todo el proceso, pero también puede afectar sus posibilidades de continuar en el proceso de selección.
Por lo tanto, siempre trate de asegurar una imagen personal positiva en las redes, como si estuviera físicamente con aquellos con los que interactúa. Las redes deben ser una muestra de su personalidad, estilo de vida e intereses. Lo que usted comparte con alguien en un contexto real.
No hay nada mejor en un proceso de selección que estar en línea con las expectativas de los clientes, candidatos y reclutadores.
Por Sergio Sabino, Director de Marketing en Michael Page América Latina