Heinz Leymann – alemán con doctorado en psicología del trabajo y profesor de la Universidad de Estocolmo -, fue el primero en definir el mobbing, durante un Congreso sobre Higiene y Seguridad en el Trabajo en el año 1990.
Su definición fue: “Situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática, recurrente y durante un tiempo prolongado sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo”.
Después de 20 años se ha trabajado en el tema, pero aún falta mucho por hacer pues las estadísticas no mienten en México los trabajadores que padecen rumores, calumnias, aislamiento y presiones, revela un sondeo; el terror psicológico afecta a 12.2% de los mexicanos, indica el portal laboral OCC Mundial.
Teniendo diversas formas de maltrato que han vivido las víctimas, entre éstas rumores o calumnias (30%); aislar o excluir a la persona (18.6%); insultos (18.5%); ignorar o no dejar participar al colaborador (16.9%), y amenazar (11%).
Este tipo de situaciones se dan bajo ciertas condiciones de trabajo que facilitan el acoso. Esta práctica es incluso, a veces, una estrategia empresarial perversa. Otro cuadro típico es el del acosador que actúa impulsado por sus propias inseguridades, que no sabe defenderse de otro modo de sus miedos.
Todo el mundo puede ser víctima, no existe un perfil estándar. Lo que sí hay son personas que su escasa autoestima, por falta de confianza o por situaciones personales determinadas no pueden defenderse adecuadamente.
Los síntomas iniciales son parecidos a los del estrés, pero pronto da paso a daños psicosomáticos. Son frecuentes las depresiones y, a diferencia del estrés, cuando remite el factor desencadenante el paciente no mejora, sino que sufre los efectos del shock postraumático, lo cual repercute en la productividad, ya que la disminuye hasta en un 60%.
Para evitar estas prácticas aquí 4 tips
1.- Referente al entorno: Ofrece una buena visibilidad e iluminación para la observación de las áreas de trabajo; establecer algún sistema para poder pedir ayuda rápidamente.
2.- Las referentes al procedimiento de trabajo: Comunicar a los superiores cualquier preocupación que tengas sobre tu seguridad e informar inmediatamente por escrito de cualquier incidente.
3.- Las referentes a la formación e información: Dar a los trabajadores información adecuada y apropiada sobre procedimientos y sistemas de trabajo.
4.- Referentes a sistemas de seguridad: Los equipos diseñados para prevenir o detener la violencia tienen que ser fáciles de utilizar.
Adriana Maass