Internet está a medio camino de entregar el próximo gran cambio a la sociedad. Los mercados globales se ven alterados, y esto se debe a que hay cerca de 7 mil millones de personas en el mundo, de las cuales solamente poco más de 2 mil 200 millones se encuentran conectados a internet. Es decir, solamente el 32% de la población mundial tiene acceso, y si bien el restante 70% de la población mundial no lo utiliza, esta cifra se va reduciendo año a año.
Las personas que si se conectan cada vez lo hacen a velocidades más rápidas y desde lugares fuera de los denominados “mercados desarrollados”. Tal es así, que en los primeros 10 sitios web de los Estados Unidos, más del 80% de su tráfico proviene del extranjero, esto significa que hay un punto de inflexión importante con 5 mil millones de personas más conectándose en el corto plazo.
En la región de América Latina, en promedio, más del 70% de la fuerza laboral es empleada por PyMEs. En la inmensa mayoría de los países de la región las nuevas empresas han sido creadas por emprendedores, siendo la Argentina y Brasil los dos países donde esto es más notorio. En ambos países, 9 de cada 10 nuevas empresas han sido fruto de emprendedores; en Costa Rica son 8 de cada 10, 6 de cada 10 en Perú y 4 de cada 10 en México.
Nos encontramos en medio de una convulsión económica mundial que ha frenado el crecimiento de las regiones tradicionalmente más prósperas, otorgando a los países emergentes el papel protagonista, gracias al empuje de las commodities. Esto ha tenido un efecto enorme sobre la estructura social de muchos países, en donde en muy poco tiempo ha crecido una clase media numerosa y con fuerte poder de consumo (tales son los casos de Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú, principalmente). Pero también las telecomunicaciones y los negocios digitales en la región se encuentran generando un nuevo estándar para la industria mundial.
Latinoamérica arrastra hace varios años crecimientos anuales de doble dígito en penetración de la telefonía móvil, internet y redes sociales. Además, las tecnologías digitales se están desplegando en regiones que todavía no cuentan con infraestructura para la mayoría de los servicios del mundo desarrollado, desde la banca al comercio, pasando por los servicios públicos, por lo que van a permitir su implantación por un costo mucho menor que en Europa o Estados Unidos. Que no exista infraestructura o tejido empresarial al que sustituir hace incluso mucho más atractiva la oportunidad para emprendedores y empresarios.
En resumen, hay mucho dinero disponible, una nueva y/o más numerosa clase de consumidores y, además, una nueva infraestructura digital sobre la que desarrollar negocios, con escasos competidores establecidos.
El outsourcing a través de internet está jugando un papel muy importante en el crecimiento de muchos pequeños negocios hoy en día. Muchas empresas afirman que sin estas plataformas online no hubieran podido ponerse en marcha. Debido al aumento del número de profesionales independientes (“freelance”) en todo el mundo, prácticamente todas las partes de un negocio pueden ser subcontratadas y realizadas vía remota.
Esto está ayudando a muchas pequeñas empresas a contratar trabajadores calificados para un trabajo específico, lo que conduce a un mayor crecimiento, pero sin la preocupación financiera de asumir el riesgo de contratar a mucho personal en plantilla por lo que son esencialmente proyectos a corto plazo.
Por Sebastián Siseles, director regional para América Latina de Freelancer.com
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