La realidad mexicana refleja que históricamente el empleo, la experimentación, el riesgo, la innovación está en las PyMEs, sin menospreciar a las grandes empresas que corren diferentes riesgos.
Lo anterior señaló el ex secretario de Relaciones Exteriores, y actual consultor empresarial, Jorge Castañeda quien añadió que a diferencia de las grandes empresas, las PyMEs tienen necesidades específicas que requieren apoyos financieros y de infraestructura o de otra forma tienden a desaparecer o integrarse a las filas de la informalidad.
Está crisis, que viene de fuera, nos permite aprovechar para realizar cambios de fondo en el país, cambiar para enfrentar el futuro cercano, porque el panorama se presenta complicado de no realizarlos, dijo Castañeda.
El primer reto para la operación de las PyMEs al salir de la crisis, -para que puedan realizar su contribución a la economía como las principales generadoras del empleo y la competitividad-, es garantizar el estado de derecho, que quiere decir seguridad para personas, propiedades y transacciones.
Los problemas que enfrentan las PyMEs deben ser atendidos como tarea indispensable, respaldados por el estado de derecho, construido ahora en tiempo de crisis, con un nuevo marco regulatorio que fomente la competitividad y permita la expansión de las PyMEs a diversos mercados.
Asimismo, el ex diplomático, insto a construir un marco regulatorio que garantice a las PyMEs su operación e hizo un llamado a los monopolios económicos, financieros, comerciales, políticos y sindicales, establecidos en México, a garantizar el acceso de las PyMEs al mercado mundial, lo que hasta ahora les resulta difícil por diversos factores vinculados a los factores mencionados.
La infraestructura es un factor que afecta a las PyMEs por el elevado costo que representa, el déficit de infraestructura en México es muy alto en puertos, aeropuertos, ferrocarriles, carreteras y telecomunicaciones, incluso, el también analista político, calificó de catastrófica la situación del país en este terreno.
Los programas sociales del gobierno son buenos, pero aún así, la carga social representa para las PyMEs, por el llamado costo no salarial, el 30 por ciento por ese concepto, lo que constituye un riesgo por la tentación de integrarse a la informalidad.
Lo que se propone para la reforma fiscal, entre otros puntos, es que el sector informal de la economía se integre a la formal para incrementar los ingresos tributarios y reducir la carga social, dicha reforma se discutirá en la entrante legislatura.
La gente prefiere estar en la informalidad, es una tentación para las PyMEs y un riesgo fiscal para México por el tamaño del país, la propuesta es crear un piso único de servicios sociales para todos los mexicanos que incluya, seguro del desempleo, pensión, seguro de invalidez, financiado por un fondo social fiscal que reduce la carga de las empresas e incrementa el piso de apoyo a más mexicanos, dijo.
Castañeda propuso homologar el IVA al 15 por ciento generales a todos los productos, para eliminar los costos y reducir la carga social, que representa aproximadamente el cuatro por ciento del PIB, dijo, lo que además, trae como beneficio que todos los mexicanos tengan acceso a los servicios sociales básicos pagados por todos los mexicanos.
En síntesis, dijo, las reformas estructurales son urgentes y deben discutirse y aplicarse ahora para que las PyMEs generen el empleo y detonen el desarrollo que el país requiere al concluir la crisis, y que son estado de derecho, marco regulatorio, mejor infraestructura, y disminución de la carga social, concluyó el ex funcionario.
Jorge Castañeda participó en el marco de un evento realizado por IBM para sus socios de negocio, donde el gigante azul presentó su oferta informática y de financiamiento para las PyMEs.
Salvador Guerrero