El fenómeno de la globalización ha tenido un fuerte impacto en el comercio internacional y la red tratados de libre comercio con los que cuenta México constituyen un aspecto relevante en la internacionalización de las empresas mexicanas, incluyendo por supuesto a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs).
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen aproximadamente 4 millones de empresas de las cuales 99.8% son PyMEs, que generan el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 72% del empleo en el país.
La actual economía global demanda una mayor competitividad de las empresas por lo que las PyMEs mexicanas deben aprovechar las ventajas de la apertura comercial con la que cuenta México, a través de sus 12 tratados de libre comercio con 44 países para asegurar su presencia en otros países, es decir, entrar en el proceso de internacionalización, el cual les permita realizar operaciones en el extranjero, consolidando la presencia de sus productos o servicios.
Un ejemplo de este proceso de internacionalización es el grupo Bimbo, que surgió como PyME y a lo largo del tiempo, se convirtió en una empresa transnacional. Grupo Bimbo ha elaborado y desarrollado estrategias diferenciadas apoyadas en su cultura corporativa para asimilar y administrar su internacionalización.
Es importante recordar que el 65% de las PyMEs en México son familiares y unos de los principales retos a los cuales se enfrentan es el factor cultural, el cual muchas de las veces no permite adoptar un nueva cultura de negocios internacionales por lo que a través del proceso internacionalización, las PyMEs pueden aprender cómo incorporar y administrar lo local y lo global, a través de sus experiencias, técnicas administrativas y de gestión, la administración del personal con diferentes orígenes culturales y costumbres pero sobre todo la adaptación de los productos, servicios y calidad, que implican el rediseño de sus procesos y productos para hacerlos más atractivos, ateniendo a la diversidad y necesidades de sus clientes y hábitos de consumo en el extranjero.
Las alianzas estratégicas y el uso de las tecnologías de información y comunicación, forman también parte importante en este proceso de internacionalización de las PyMEs, para que en un futuro puedan convertirse en transnacionales.
Por Mtra. Orly Betsabé Manjarrez Salazar, Jefe de Carrera de Comercio y Negocios Internacionales. Facultad de Negocios Universidad La Salle
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