Desde mediados de mayo y hasta finales de septiembre para nadie es extraño entrar a una tienda departamental, supermercado, minisúper o cualquier establecimiento de venta al menudeo, y ver un letrero en la caja que dice “no hay sistema” o “no hay facturas”.
Esto sólo es un sinónimo de una cosa: la temporada de lluvias ha llegado y junto a ella, los clásicos cortes de energía o apagones. Se puede llegar a casos tan drásticos como el que la caja registradora no tenga energía, por lo que el registro de los cobros se realiza con lápiz y papel; que los aparadores y áreas de demostración de productos estén apagados; o que el sistema de seguridad de la tienda no funcione, corriendo el riesgo de ser objeto de algún robo en pequeña o “gran escala”.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) estima que durante el verano y otoño de 2014, habrá una temporada de ciclones tropicales por arriba del promedio normal en el Pacífico, con siete tormentas tropicales y siete huracanes. En el Atlántico se prevén un total de seis tormentas tropicales y tres huracanes.
Las condiciones climatológicas afectan irremediablemente los sistemas de suministro eléctrico, generando apagones o desconexiones, que incrementan su frecuencia de aparición en las temporadas de lluvias. Por lo tanto, la necesidad de contar con un equipo para nuestro establecimiento comercial o de retail, que proporcione energía durante los desagradables apagones, es inminente.
De acuerdo a datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el tiempo de atención a fallas eléctricas va de los 20 minutos a 1 hora. No obstante, cuando las fallas son mayores este tiempo puede prolongarse de 3 a 5 horas.
Schneider Electric, a través de su marca APC, posee una amplia gama de equipos para el suministro de energía interrumpible (UPS, por sus siglas en inglés) que van desde los muy conocidos no-break, con bajas capacidades de potencia, pero ideales para respaldar PC o cajas registradoras, hasta equipos que pueden proporcionar energía eléctrica por varias horas a establecimientos comerciales completos, supermercados o tiendas departamentales.
La gran ventaja que proporcionan los UPS es que nos ayudan a ahorrar dinero. Se tiene la falsa idea de que un UPS únicamente es una “pila” (batería) que nos suministra energía y que nos permite salvar la información que estamos manejando “mientras regresa la luz” (electricidad). Sin embargo, es poco conocido por la mayoría de las personas que hasta los UPS más pequeños, dependiendo del tipo y modelo, cuentan con sistemas de eliminación de perturbaciones eléctricas (ej. transitorios, sobre voltajes, bajo voltajes, etc.) de tal forma que la energía que los UPS proporcionan a nuestros equipos de cómputo (PC) o de cálculo y registro (cajas registradoras) es energía de calidad. Esto nos ayuda a incrementar el tiempo de vida, disminuir considerablemente los mantenimientos correctivos y eliminar los tiempos de indisponibilidad de estos equipos debido a fallas en su funcionamiento, protegiendo así su inversión.
Con soluciones como estas, la temporada de lluvias no puede ser más un pretexto para brindar un mal servicio a los clientes. El impacto visual que proporciona un establecimiento que esté iluminado y trabaje al 100% es fuerte, en comparación a todos los establecimientos vecinos que están apagados por un corte de energía. Los clientes se dirigen necesariamente a este negocio, pues así cuentan con las condiciones para comparar y elegir los productos que requieren sin problemas. En un mundo tan competido como el actual, la diferencia la marca el servicio.
Por Alberto Llavot, Systems Engineer de APC by Schneider Electric México
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