En el marco de la Feria Universitaria del Libro, FUL 2014 se presentaron las ponencias: “Las reformas estructurales en México” y “Reformas estructurales en México y su impacto en el comercio internacional”, donde investigadores del sector económico advirtieron que las reformas estructurales recién aprobadas por el gobierno federal serán insuficientes para contrarrestar la recesión económica que enfrenta el país.
Desde la óptica del Dr. Carlos Gómez Chiñas, las 11 reformas estructurales no traerán mejoras en las condiciones de vida de las personas que integran los primeros 8 deciles de la población mexicana y sólo los deciles 9 y 10 lograrán fortalecerse, pues son los únicos con capacidades económicas suficientes para aprovechar el flujo de comercio que producirán los cambios constitucionales.
En este contexto, lamentó que las reformas no están diseñadas para aprovechar el bono demográfico de México, con 70 millones de personas en edad laboral, “estos cambios harán más eficiente la gestión de capital y se impulsa el flujo de comercio, pero habrá poca influencia en la capacidad productiva de los mexicanos; los deciles 7 y 8 se conformarán con migajas, como empleos mal pagados, sin garantías sociales y el resto de la población no tendrá beneficio alguno. Faltaría fortalecer el ingreso per cápita y elevar el nivel de compra para dinamizar la economía”, sentenció.
Los ponentes consideraron que la recesión económica está vinculada a la distribución desigual de la riqueza y la reducción del poder de compra, pues aun cuando en términos porcentuales la economía mexicana se podría considerar rica con un PIB per cápita de 14 mil dólares anuales, en la realidad está distribución no es igualitaria.
Según el Dr. Zeus Salvador Hernández el 70% de la población percibe ingresos entre 1 y 3 salarios mínimos, mientras que el 30% de los mexicanos tienen ingresos que van de los 7 hasta los 70 salarios mínimos mensuales.
El Dr. Santos Mercado coincidió en que es indispensable una reforma que contemple una revisión a los salarios mínimos o bien, instrumentar mecanismos para que los ingresos de los trabajadores se eleven conforme a los niveles de competitividad, pues estos últimos se han elevado y el salario se mantiene en los mismos niveles.
“Hasta ahora la estrategia de política económica contempla el salario como un costo, sin embargo es un elemento de la demanda. El país no sólo requiere establecer condiciones para que la oferta crezca sino también impulsar la capacidad de demanda y por ello, la discusión sobre el aumento de los salarios reales se vuelve indispensable”, advirtió el Dr. Danaé Duana Ávila, quien consideró que el gran problema de México es que ha apostado todo al sector externo, sector que en términos de demanda no va a crecer, por lo que es indispensable dinamizar el mercado interno.
El centro de la discusión giró alrededor de las reformas laboral, educativa, energética y hacendaria, a pesar de tener diferentes opiniones acerca de qué camino se debe seguir, el Dr. Santos Mercado, Guillermo Cavazos Arrollo, Dr. Zeus Salvador, Dr. Fernando Noriega Ureña y Lorenzo Reyes Reyes, coincidieron en que los cambios estructurales están subordinados a complementar las reformas energética y hacendaria.
En este sentido, explicaron que los aspectos relevantes de la reforma laboral se enfocaron a facilitar la entrada de outsoucings, facilitar las contrataciones por horas y convertir a los mexicanos en mano de obra atractiva y técnicos capacitados que cubran la demanda de las empresas transnacionales.
En un esquema similar percibieron la reforma educativa, aunque vieron como positiva la construcción de un padrón de profesores y alumnado como primer mecanismo para convertir a la Secretaría de Educación en una verdadera institución.
Así pues, el Dr. Adrián González Romo subrayó que la reforma hacendaria está buscando elevar la recaudación de impuestos, en el mismo grupo de tributarios cautivos, situación que paraliza el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y fomenta el aumento de informalidad, “con estas reformas podemos esperar bajas tasas de crecimiento, un deterioro mayor del salario real, mayor crecimiento de la economía informal”, opinó el Dr. Guillermo Cavazos Arrollo
Desde la óptica del economista, el aumento de impuestos obedece a la necesidad gubernamental de subsanar el hoyo presupuestal que enfrentará la federación una vez que entre en vigor la reforma energética, pues recordó que actualmente el 83% de los ingresos de PEMEX entran a las arcas del gobierno federal como impuestos, sin embargo con la entrada de nuevas empresas este ingreso se reducirá considerablemente afectando el presupuesto de la federación.
Finalmente, lamentaron que la reforma hacendaria, sea en realidad una reforma impositiva que sigue favoreciendo un modelo “capitalista de compadres”, donde los proyectos se dan a empresarios cercanas al gobierno, donde hay mucho dinero en las elecciones, los candidatos reciben dineros de empresas y tienen que pagar los favores. “Con estas reformas, vamos a tener lo mismo”, concluyeron.