En la vida diaria nos enfrentamos a un sin fin de problemas. Casi siempre los podemos resolver nosotros mismos, pero cuando no es así, tenemos la opción de pedir ayuda. A través de la historia se han desarrollado varias maneras en que una persona ayuda a otra para salir adelante en la vida. El coaching, de creación bastante reciente, es una de ellas.
Podemos definir coaching como la relación entre el Coach y una persona (coachee), donde el primero ayuda a que el segundo desarrolle competencias y se convierta en un observador más efectivo de sí mismo, de sus acciones y de las acciones de los demás.
Mediante este proceso el individuo desarrolla su potencial personal y mejora la efectividad de sus acciones y resultados.
El término Coach viene del francés, y significa carruaje; en su definición textual, es un vehículo que lleva a una persona de un lugar a otro. En coaching, metafóricamente, el coach es el medio usado para que una persona se desplace hacia un estado de más capacidades.
Donde más se ha usado el concepto es en los deportes. Un coach de deportes es una persona que tiene ciertos conocimientos y habilidades que le permitan observar desde fuera el desempeño de los jugadores, y con su aportación puede ayudar a que los jugadores tengan un mejor rendimiento a la hora del juego.
En las empresas pasa lo mismo. Un coach es una persona que tiene habilidades que le permiten ayudar a otros en su crecimiento, de manera que estos puedan atender lo que se les presenta y resolver los problemas por sí mismos.
¿Qué no es el coaching?
Si bien el coaching ayuda al crecimiento personal y profesional, no es una terapia ni asesoría. La práctica del coaching está en deuda con profesiones como administración de empresas, desarrollo organizacional y psicología, pero no utiliza de manera directa sus conocimientos y técnicas.
El coaching no es una asesoría. El asesor diagnostica e indica qué hacer ante determinado problema. El coach no resuelve problemas, sino facilita el crecimiento del coachee para que éste, por sí mismo haga frente a sus desafíos.
El coaching no es una psicoterapia. Es más, quien necesita terapia no es el candidato para coaching. Por ejemplo, a la persona que se encuentre en un estado depresivo profundo, no le es posible desarrollar capacidades de coordinación y liderazgo; necesita un profesional capacitado para tratar su depresión.
¿A quién va dirigido?
El coaching va encaminado a un desarrollo profesional y de negocios, y se dirige a personas con un buen desenvolvimiento en su vida individual y profesional.
Los mejores candidatos para recibir coaching son:
– Personas con ambición de desarrollo
– Personas clave en las organizaciones
– Ejecutivos con alto desempeño profesional, pero bajos en algunas habilidades de relaciones interpersonales
– Líderes que no entienden por qué su equipo no logra lo que para ellos es muy claro que deberían lograr
– Personas de trabajo operativo en transición a posiciones gerenciales
– Ejecutivos que se están cambiando de trabajo, ya sea en forma deseada o no
– Individuos que les es difícil dirigir un equipo de trabajo, o pertenecer a uno
– Personas que no ven con claridad las consecuencias de sus acciones o cuyo comportamiento irrita a otros
– Ejecutivos que casi siempre culpan a otros de los malos resultados
– Personas que se desesperan (con los otros o consigo mismos) ante la presión
– Directivos que desean tener un equipo de alto desempeño
– Ejecutivos con gran ambición de desarrollo profesional.
El coaching no va dirigido a personas en busca de una receta para solucionar problemas, quienes no estén dispuestos a cuestionarse su manera de trabajar, individuos con problemas psicológicos o empleados que no tengan potencial dentro de la organización.
En síntesis, los ejecutivos que más se benefician son aquellos que se mantienen en crecimiento personal, con habilidades sobresalientes en el ámbito profesional; por ejemplo, con pensamiento estratégico, racional, competente en su área de trabajo, inteligentes y con mucha experiencia específica de su profesión, pero con algunas conductas que inhiben su progreso en la organización, como su ineficiencia en relaciones humanas.
Por 360 speakers
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es bueno saber que existen personas que nos pueden orientar para lograr nuestros objetivos. Yo tengo un equipo de trabajo (en su mayoría familiares) y tengo muchas dificultades para interactuar con ellos, pero además me gustaría poder organizar mejor mi equipo sin temor a las criticas.