Siempre pensamos que para ganar más dinero, tenemos que vender más. Esto es solo parcialmente cierto: vender más no es la única manera de incrementar tus ganancias.
A veces estamos preocupados por ganar centavos mientras que por descuido se nos van los pesos. Las utilidades son el resultado de tus ingresos menos tus egresos, por lo tanto, para incrementar las utilidades hay dos caminos: incrementar ingresos o disminuir los costos.
En el 2009, durante lo peor de la última crisis que afectó Norteamérica, McDonald’s logró algo que parecía imposible: vendió menos que el año anterior y aun así incrementó utilidades. ¿Cómo lo hizo? Reduciendo dramáticamente actividades que le generaban costos y que no representarían beneficios inmediatos: paró todas las construcciones, cerró ubicaciones no rentables y negoció costos de publicidad. Por supuesto, estas acciones no fueron permanentes pero son medidas que pueden salvar tu negocio durante las bajas en ventas.
En principio, deberías ser capaz de identificar qué costos se pueden reducir inmediatamente, cuáles pueden reducirse a mediano/largo plazo (reestructurar la flotilla, cambio de ubicación, etcétera.) y aquellos que requieren cambiar la cultura de la empresa. Disminuir gastos puede tener efectos perjudiciales si no lo haces con estrategia y análisis. Antes de recortar un gasto, piensa cómo repercute en la calidad de tu producto y tu servicio al cliente. No escatimes en:
– Personal: aparentemente, un recorte de personal es la manera más rápida de bajar drásticamente tus gastos mensuales, pero suele ser un ahorro mal entendido. Las actividades siguen llevándose a cabo pero con menos gente, ocasionando bajas en productividad y desmotivación que pueden ser caros a largo plazo.
– Inventario: Para vender, hay que tener. Al cliente no le gusta entrar a una tienda que se ve vacía.
– Materias primas y calidad: En general, ten cuidado con cualquier ahorro que disminuya la calidad de tus productos, el cliente lo notará y el efecto será nocivo.
Cómo sí ahorrar:
– Controla gastos innecesarios
– Vigila tus gastos hormiga
– Evita tener oficinas muy costosas
– Minimiza el mobiliario
– Habla con tus proveedores
– Involucra a tus empleados
– Asegúrate que tu promoción sea efectiva
– Concéntrate en tus clientes rentables
Si necesitas asesoría o información sobre este u otros temas escríbeme: eila@winking.mx o contactarme en Twitter @EilaZalles.
¡Éxito y suerte!
Eila Zalles
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