Cómo elaborar un presupuesto básico para iniciar el 2020

Los mexicanos destinan el  (57%) de su aguinaldo  para hacer compras navideñas, (37%) pago de deudas  y en menor medida un (33%)  al ahorro. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

“No tener un dinero extra en enero y tampoco contar con un plan de gastos, significa que los problemas de dinero comenzarán desde el primer mes del año. Lo mejor es tomarse un tiempo antes para hacer un presupuesto básico y saber a grandes rasgos cómo organizar nuestro futuro financiero en 2020”, advirtió Luis Madrigal, director de Coru.com.

“Vale la pena intentar hacer un presupuesto, ya que está demostrado que si lo haces y lo mantienes a largo plazo, es más probable que tengas liquidez mientras sales de deudas y cortas gastos. Además, planificar los gastos no implica privarte de lo que realmente necesitas”, explica Madrigal.

La plataforma de servicios financieros Coru.com orienta a las personas sobre cómo hacer un presupuesto básico antes de iniciar el 2020 y los conceptos fundamentales a entender para organizar el dinero.

Conceptos fundamentales:

  • Presupuesto. Cálculo de los ingresos menos los gastos y la organización de estos para mejorar la economía personal. Un presupuesto puede cambiar con el paso del tiempo. Si un mes se gasta de más o se tiene un imprevisto, se debería poder ajustar los gastos mensuales si se conocen bien gracias al presupuesto.
  • Capacidad de endeudamiento. Monto máximo de los ingresos que pueden destinarse al pago de deudas sin poner en riesgo la salud financiera. Idealmente, el límite de capacidad de endeudamiento debe ser de 35% a 40% de los ingresos netos mensuales.
    La capacidad de endeudamiento se obtiene de restar a los ingresos totales los gastos fijos en un mes.

Elaboración del presupuesto básico

  1. Conocer los ingresos o cuánto dinero tienes

Incluye el salario y todo aquel dinero extra que se recibe por renta de una propiedad, trabajos independientes, ganancias por ventas, etc. Todo aquello de lo que se esté seguro de recibir. Si se reciben ingresos irregulares, se pueden promediar los últimos seis a 12 meses de ingresos recurrentes y usar  esa cifra total. O bien, una estrategia más conservadora es elegir la cantidad mensual más baja que se haya percibido en el último año.

NO cuentan como ingreso: el dinero de apuestas, juegos de azar ni puntos en la tarjeta de crédito

  1. Conocer los gastos o cuánto dinero se gasta (y se debe)

Respecto a los gastos: estos pueden ser fijos y variables; los fijos son aquellos que se pagan cada mes en la misma cantidad, mientras que los variables pueden ser más costosos algunos meses y otros no.

Son gastos fijos: renta, pago de servicios (como luz, agua, gas, etc.), membresía a un gimnasio, servicios como Netflix u otros, cuotas de préstamos, tarjeta de crédito o deudas, servicio de telefonía y seguro

Son gastos variables: la comida,  la ropa,  la diversión y el transporte.

  1. Restar  Ingresos – Gastos

Una vez que se sabe cuánto dinero se recibe al mes y cuánto se gasta, se suma todos los gastos y el resultado hay que restarlo a los ingresos. Este número dirá si estás gastando de más o no.

  1. Ahorrar, invertir o buscar más ingresos.

Si el resultado de ingresos – gastos es negativo, significa que no alcanzan los ingresos para sostener el nivel de gasto  que tienes y hay que recortar gastos o buscar más ingresos de inmediato.

Si el resultado es positivo, se trata de dinero que idealmente se puede ahorrar, invertir o bien gastar con moderación.

 Recomendaciones para armar un buen presupuesto

  • Considerar el ahorro como un “gasto” fijo, es decir descontar siempre algo del ingreso para ahorro, como una rutina.
  • Recortar gastos variables. Ya que son movibles, éstos pueden ajustarse si se trata de recortar el presupuesto.
  • Usar herramientas, como calculadoras, hojas de papel, hojas de excel o incluso apps para monitorear todos los pequeños gastos que hacemos diariamente.
  • Fijar metas a corto, mediano y largo plazo, tanto para ahorro, como para reducir gastos.
  • Ajustar el presupuesto a la realidad que cada persona vive. Y no escatimar en conceptos vitales como comida, transporte o vivienda, sino en otros como servicios extra o entretenimiento semanal.
  • Cada vez que notes que la inflación está incrementando tus categorías de gastos, consigue un ingreso extra o busca la manera de suplementar otras categorías del presupuesto.

Redacción

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