Las temporadas altas de compraventa suponen grandes ventajas para los ecommerce, pero también retos considerables que pueden poner en jaque a un negocio. Esto sucede en eventos como las fiestas navideñas y fin de año.
Por un lado, el aumento generalizado en la demanda de productos y servicios, a partir de una oferta atractiva con descuentos y facilidades de pago, funciona como un potencializador de ventas para casi cualquier negocio. Sin embargo, esta temporada también representa un riesgo latente ante las amenazas de fraude electrónico, lo que puede significar pérdidas para una empresa sin importar el crecimiento de sus ventas.
“Mucho tiene que ver con las transacciones fraudulentas a las que se exponen los comercios durante las temporadas altas, además del crecimiento exponencial que ha tenido el ecommerce y las amenazas de fraude. Tan sólo en 2020 el comercio electrónico en México creció tres veces, y el fraude digital cuatro.
Aunque las temporadas como éstas tienen un gran potencial es importante considerar que también conlleva riesgos, ya sea de transacciones fraudulentas o incluso de aumento en el número de contracargos, que, si bien no necesariamente todos son fraude, al final del día el resultado es similar: una pérdida para el comercio”, explica José Andrés Chávez, CEO y cofundador de Bayonet, plataforma de prevención de fraudes y optimización de pagos electrónicos.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), en los primeros dos trimestres de 2021, los contracargos le costaron al comercio electrónico mil 549 millones de pesos, monto que equivale al 0.5% de las compras autorizadas. La previsión ante todo este contexto, cualquier empresa, sin importar que venda o no línea, debería preocuparse por emplear herramientas de prevención de fraude; particularmente porque la escalabilidad de ventas que trae consigo aumentos considerables de fraudes en potencia.
No importa qué tan atractiva sea la oferta o las promociones de un negocio para esta temporada alta, el crecimiento del mismo se verá mermado y sus oportunidades limitadas si no toman el tiempo y la visión para prevenir este tipos de riesgos en sus plataformas de venta.
“Es típico el caso. Un negocio piensa que no le va a pasar nada, nunca. Por su tamaño, por su giro, porque confía en sus clientes o usuarios, por lo que sea. Sobre todo en temporadas altas que ven aumentar sus flujos de capital y no siempre se detienen a considerar que, en medio de esa alza, hay usuarios fraudulentos que han aprendido muy bien cómo pasar de un ecommerce a otro (o de una industria a otra) repitiendo su estafa. Dejar que esto pase termina por minar el margen de posibilidades de una empresa”, recalca el fundador de Bayonet.
“Las pequeñas y medianas empresas que recién comienzan a hacer negocios de forma digital deben protegerse de igual forma que las grandes, pues para los usuarios fraudulentos todas representan una oportunidad de acción”, afirma Chávez. Más allá de protegerse ante estas amenazas, los negocios que implementan herramientas de prevención de fraude obtienen beneficios como:
- Impulso en las ventas
- Mejor experiencia de compra para el consumidor
- Confianza de los clientes
- Mayor probabilidad de que un cliente nuevo recompre
- Buenas referencias de parte de los consumidores
- Prestigio de marca comprometida y segura
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