En el marco del Día Mundial del Emprendimiento, que se conmemora el 16 de abril, el emprendimiento ha sido una de las actividades que ha tenido un crecimiento importante. El papel de la mujer en este espacio ha sido trascendental, pues esta crisis económica afectó más a este sector de la población, con un regreso al mercado laboral más tardío y con condiciones laborales diferentes.
El emprendimiento femenino surge como una alternativa para generar ingresos que contribuyan a la economía del hogar, quienes destinan el 90% de sus ingresos al gasto familiar, mientras que los hombres invierten el 40%, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad
Las consideraciones laborales para la mujer en México aún están teñidas por una brecha de desigualdad importante; razón por la cual, muchas mujeres en el país han optado por emprender un pequeño negocio que les permita no sólo contribuir a la economía de la familia, sino en muchas ocasiones ser el principal sostén del hogar.
Las mujeres emprendedoras en México son propietarias del 36.6% de los negocios en el país. Es decir, solo tres de 10 empresas son fundadas por mujeres, según el INEGI. Esta cifra demuestra que, a pesar de ser más de la mitad de la población, existe una desigualdad de género en el ecosistema emprendedor. Aunado a ello, el 49% de las emprendedoras tienen entre 18 y 34%, mientras que el 41% tienen entre 35 y 54 años. De este universo de mujeres emprendedoras el 65% tienen estudios universitarios.
“Además de ser el momento adecuado para emprender, las mujeres se han caracterizado por ser más exitosas en este rubro, son quienes incluso buscan capitalizarse mediante diferentes fuentes de financiamiento que están a la mano de todos y el 99 por ciento de ellas, cubren esos préstamos que han solicitado. No obstante, la mayoría se ubica en la informalidad por no contar con las herramientas y el apoyo necesario para poder crecer y ser un negocio formal”, puntualizó Denis Yris, CEO de la aceleradora de emprendimientos WORTEV.
Yris explica que uno de los puntos que impulsa a las personas a emprender es la falta de un sueldo competitivo y la falta de oportunidad para su crecimiento profesional. “En el caso de las mujeres, los retos son más marcados, mientras que el ingreso promedio mensual de los hombres es de $8,000 el de la mujer será de $6,000 y su crecimiento a niveles directivos es más complicado, lo que lleva sin dudar a tomar el camino del emprendimiento”.
Durante el WORTEV Rise Day: Mujeres emprendedoras se concluyó que a pesar de la señal de que existe un mayor interés por la diversidad dentro de las empresas, el panorama sobre los retos y oportunidades para fortalecer el sector empresarial a partir de impulsar el liderazgo femenino aún no es suficiente y falta mucho por hacer para que este cambio sea integral y genuino.
En conclusión, el perfil de la mujer emprendedora en México se centra en el promedio de edad que va de los 22 a 44 años, casadas con hijos y que en su mayoría opera en la informalidad debido al alto costo de los trámites administrativos, el tiempo que se le debe de destinar a estos trámites y una falta de capacitación sobre finanzas, contabilidad y desarrollo de negocios, temas en los que WORTEV ha logrado desarrollar diversas herramientas para fortalecer a las mujeres emprendedoras en México.
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