Para la fuerza laboral joven, los incentivos y prestaciones son clave para estar motivados, tener un sentido de pertenencia y no buscar otro empleo. Estos miembros están conformados por miembros de la generación Millennial y Gen Z, el salario no lo es todo: la manera en cómo son valorados y cuidados por las empresas en las que trabajan, así como los beneficios adicionales a su sueldo, impactan directamente en su productividad y su permanencia.
De acuerdo con datos de una encuesta realizada por Up Sí Vale, empresa especializada en soluciones para negocios y colaboradores, 84% de los encuestados considera que los incentivos y prestaciones son factores muy importantes para ellos, pues les da un sentido de pertenencia y se convierten en un determinante para no buscar otro empleo.
El 50% de las personas dice que cuando se suman incentivos adicionales se siente motivado y le dan más ganas de hacer su trabajo, mientras que el 48% dice que lo hacen sentir valorado y solo al 2% le es indiferente.
“El salario emocional resulta en algo positivo en la productividad de las empresas, ayudando con la fidelización del personal. Un buen ambiente de trabajo se traduce en mejor experiencia para las partes interesadas: accionistas, proveedores, pero sobre todo clientes, generando beneficios importantes para las partes involucradas. Otorgando incentivos adicionales al salario base – económicos y de desarrollo profesional, personal y familiar -, el objetivo es mejorar la calidad de vida de los trabajadores”, comentó Miguel Gallo, Director de Estrategia de Up Sí Vale.
Hoy en día los trabajadores buscan recibir prestaciones adicionales a las de la ley. Por ejemplo, 6 de cada 10 empleados prefieren incentivos en dinero electrónico pues estos les permiten cubrir gastos adicionales que tienen o aprovechar promociones y descuentos, para 2 de cada 10 son más importantes los seguros o beneficios especiales y los otros 2 valoran la libertad de tiempo que les puedan dar.
Al preguntar en específico por el tipo de prestaciones adicionales que prefieren destacan los vales de despensa (57%), acceso a crédito o adelanto de nómina (17%), prestaciones médicas (11%) y regalos o reconocimientos en fechas especiales (10%). Ampliar los beneficios a los colaboradores facilita abrir los horizontes del crecimiento profesional, identificar oportunidades y crear un ambiente de trabajo digno que genere un sentido de pertenencia y lealtad por parte de las personas hacia la compañía. 9 de cada 10 trabajadores declararon que las prestaciones extras que les dan sus empresas influyen para que permanezcan en ellas.
A pesar de que muchas empresas ya otorgan este tipo de prestaciones, éstas no siempre son aprovechadas en su totalidad. La mitad de los encuestados (54%) dice conocer y usar sus prestaciones, lo que los ha ayudado a solventar gastos e improvisos, mientras que la otra mitad desconoce su alcance y cobertura, no sabe cómo usarlos, e incluso hay quienes no las conocen.
“Tan importante como detectar cuál es el mejor incentivo para los empleados, es la comunicación adecuada de las prestaciones que la empresa ofrece: en qué consisten y cómo las pueden utilizar. Una vez que los empleados las incorporan a su vida cotidiana, comprenden realmente su valor y las aprovechan al máximo”, agregó Gallo
“Por su parte, las empresas perciben una reducción de personal, mejora en el ambiente laboral, aumento en la rentabilidad y pueden llegar a tener deducciones fiscales.” concluyó Miguel Gallo.
El valor agregado que le da el salario emocional a las empresas se puede otorgar a través de un sinfín de prestaciones, generando un beneficio para las empresas sin necesariamente incurrir en costos altos, incluso hay algunas sin costo para el empleador como el adelanto de nómina que ofrece Up Sí Vale; además, bien etiquetadas estas prestaciones pueden ayudarles incluso a deducir gastos.
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