La startup Jellysmack para la región LATAM comenta sobre la importancia de diversificar formatos, audiencia y plataformas en el proceso de monetización por internet.
El concepto de Economía de Creadores llegó para quedarse en el mundo de los negocios. Básicamente, el término entiende la posibilidad y, más que eso, la fuerza de que los creadores de contenido produzcan ingresos económicos a través de su trabajo en Internet. Se estima que la Economía de Creadores movió alrededor de USD $1.3 mil millones el año pasado, según datos de la consultora CB Insights.
De acuerdo con la empresa Comscore, en junio de 2021, había más de 750 canales de YouTube con más de 1 millón de suscriptores en México; 25% más a comparación del año pasado. Además, la cantidad de canales de YouTube que obtienen ganancias de seis cifras o más en ingresos en moneda nacional aumentó en 2021 más del 50%, a comparación con el 2020.
En el análisis de Bruno Belardo, Head of LATAM de Jellysmack, empresa startup que impulsa a los creadores de contenido de video, estos datos están directamente relacionados. Según el ejecutivo, el movimiento financiero dentro de la Economía de Creadores en diversos países de la región todavía se basa, en gran medida, en asociaciones remuneradas con marcas.
“Cuando hablamos de creación de contenidos, México tiene un terreno sumamente fértil en comparación con otros países de América Latina y el resto del mundo. Tenemos grandes personalidades, creativas y dedicadas a emprender en internet, pero no todos saben que pueden hacer que su contenido trabaje para ellos en lugar de limitarse a vincular su imagen a muchas marcas o producir anuncios para ganar estabilidad financiera”, comenta el ejecutivo.
La explicación es sencilla: redes como Facebook y YouTube funcionan con un retorno económico muy conveniente para los creadores de contenido, pero cada plataforma tiene algoritmos específicos y sus políticas que están en constante cambio. Por lo tanto, a través de tecnología artificial, análisis de datos y edición cuidadosa de contenido de video, es posible optimizar un mismo contenido para dos o más plataformas diferentes, adaptando formatos para cada red social.
“Hay poca superposición de audiencia entre plataformas, por lo que estar fuera de algunas de las redes más importantes o crear el contenido incorrecto para una de ellas equivale a perder no sólo ingresos, sino también relevancia. Y estos son puntos clave para administrar un negocio digital sostenible”, explica Belardo.
La determinación de objetivos es igualmente importante cuando se trata de identificar la salud financiera en un negocio de creación de contenido y cómo optimizar su rentabilidad. Acciones como mantener una agenda de contenidos consistentes, analizar periódicamente los números de audiencia, conocer los objetivos y posicionamiento de los canales, así como cuidar la relación y el engagement con la comunidad, siempre deben estar en la mente de un creador.
“Estamos hablando de una industria de mil millones de dólares que sigue creciendo. Por eso desde Jellysmack enfatizamos la importancia de que los creadores diversifiquen su presencia en las redes sociales y, con ello, sus fuentes de ingresos, viendo sus contenidos como una empresa que, con el tiempo, necesita adaptarse e innovar. Las alianzas remuneradas con las marcas deben ser un pilar más, y no el único, de este modelo de negocios en constante evolución”, concluye Belardo.
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