Un nuevo estudio realizado por la agencia en comunicaciones globales, BCW, Expectativas en el Trabajo, que sondeó a más de 13,000 personas a lo largo de cinco industrias y quince países alrededor del planeta, revela que uno de cada dos empleados dice valorar los básicos como seguridad de su puesto (52%), ambiente seguro y confortable (50%), salario y beneficios (49%) y cultura laboral (48%), entre 62 componentes de entre 5 dimensiones que constituyen la experiencia laboral.
Además, el estudio indica que la creciente incertidumbre económica ha forzado a empleados en todo el mundo a volver a definir sus prioridades en cuanto a qué desean de sus empleadores, evidenciando un cambio significativo en expectativas desde la pandemia y destacando un retorno a lo básico, estableciendo como sus principales prioridades la seguridad del puesto, un ambiente de trabajo seguro y confortable, salario y beneficios, y un renovado enfoque en la cultura laboral.
El polémico tema de elegir en dónde trabajar, ya sea en casa o en la oficina, ocupó el puesto 12 (44%) entre aquellos actualmente trabajando desde ambos lugares.
A nivel global, 50% de los empleados dicen que se sienten inclinados por quedarse en su actual trabajo durante los próximos 12 meses. El estudio encontró que la intención de los empleados de quedarse creció 18% cuando se sienten felices con los elementos fundamentales de su trabajo como salario, seguridad del puesto y lugar del trabajo. Pero para aquellas organizaciones que cumplen estos requisitos básicos y además construyen una cultura laboral positiva, el deseo de permanecer de los empleados llega a 24%, así como la satisfacción en el trabajo incrementa a 56%, además de que los empleados se sienten un 68% más inclinado a recomendar a sus empleadores. Estos números son aún mayores entre empleados Millennials y Generación Z, quienes dicen estar más inclinados a quedarse (30%) cuando todas estas necesidades están cubiertas en una organización.
En México, el acceso a las herramientas y tecnología necesarias está en la cima de las expectativas de los empleados (76%), seguido de la certidumbre en el puesto de trabajo (75%), y de la seguridad y lugar de trabajo confortable (73%).
Los empleados en México también esperan que sus empleadores les ofrezcan un salario competitivo (70%), y que sus supervisores inmediatos confíen en ellos (67%). Le siguen el pago de padecimientos y seguro de vida (67%) y un equipo directivo comprometido con prácticas laborales éticas que priorice la salud, seguridad y bienestar (64%). Es interesante que México es el único país en el que los empleados incluyen dentro de sus 10 prioridades más importantes el que la marca de su empleador sea percibida en forma positiva, siendo esta la prioridad número nueve (64%) en comparación con el lugar 45 (40%) a nivel global.
“Nuestro estudio Expectativas en el Trabajo destaca tanto los aspectos de la vida laboral que son más valorados por los empleados – incluyendo las importantes diferencias entre las cuatro generaciones actualmente conviviendo en la fuerza laboral – como los aspectos en donde las organizaciones se están quedando cortas”, señaló Donna Imperato, CEO Global de BCW.
“Esta investigación subraya la experiencia que posee BCW en mover a las personas al proveer datos valiosos en medio de las expectativas cambiantes del activo más importante que tienen las organizaciones: sus empleados. Para que los negocios se muevan necesitan mover a las personas, y estos datos ilustran lo que los líderes necesitan considerar para asegurarse de tener una fuerza laboral involucrada y efectiva que les permita superar retos complejos y crecer”, agregó Imperato.
Además de aprender acerca de las expectativas de los empleados, el estudio también solicitó a los empleados calificar el desempeño de sus empleadores a lo largo de todas las dimensiones que componen la experiencia laboral.
El estudio encontró que la cultura y el liderazgo son las áreas en donde mayor oportunidad de mejora existe para cumplir con las expectativas de los empleados – particularmente entre las generaciones más jóvenes para quienes la vara es más alta.
Al comparar las respuestas de empleados acerca de sus expectativas sobre sus empleadores, hubo en promedio una brecha de 17 puntos entre las expectativas de los empleados y su realidad diaria en las áreas de bienestar (16 puntos), comunicación interna (17 puntos), democracia en el lugar de trabajo y escuchar la voz de los empleados (16 puntos), y liderazgo (17 puntos), evidenciando que estas son áreas clave en las organizaciones para cerrar la brecha.
En México, la brecha entre las expectativas de los empleados y su experiencia real se amplía significativamente – evidenciando cuán altas son las expectativas de los empleados en esta área y el trabajo que consideran deben hacer sus empleadores para cumplirlas – especialmente en términos de competitividad salarial (30 puntos), acceso a herramientas y tecnologías necesarias (29 puntos), y comportamiento del equipo directivo (C-level) con respecto a reconocer e inspirar a los empleados a dar lo mejor de sí (22 puntos).
“Mientras el péndulo se balanceaba entre condiciones que favorecían a los empleados y a los empleadores al atravesar la pandemia, la única constante que hemos visto es la necesidad de culturas laborales inclusivas y centradas en la gente en las que el equipo se sienta escuchado y valorado, y el bienestar y el liderazgo transparente sean priorizados”, mencionó James Morley, Líder de BCW Change.
“A pesar de que los hallazgos del estudio sugieren que los empleadores deben volver a las bases para atender áreas fundamentales de certeza del puesto, lugar de trabajo, y salario y beneficios, la cultura organizacional también debe ser una prioridad para retener al talento.”
El estudio también reveló profundas diferencias entre generaciones diferentes. Empleados de la Generación Z valoran casi todos los componentes de la cultura y liderazgo en el lugar de trabajo de manera más alta que el salario con el que son remunerados, ocupando el puesto 25 de 62 (45% dijo que es muy importante), mientras que los Baby Boomers califican la paga y los beneficios arriba de casi todos los atributos de cultura y liderazgo, calificando al salario en segundo (49%) solo después de la seguridad del puesto de trabajo (52%).
En forma similar, las expectativas sobre los supervisores directos varían entre generaciones, siendo los empleados de la Generación Z los que valoran las habilidades “suaves” como apoyo y empatía, ubicándolos 11 lugares más arriba que el resto de las generaciones. Esto es comparable con los Millennials, quienes dicen preferir gerentes que los reconozcan y les brinden oportunidades para crecer, ubicando estas características 11 puestos más arriba que otras generaciones. Para la Generación X y Baby Boomers, la confianza y trato justo en la toma de decisiones son prioridad en sus expectativas con respecto a sus gerentes.
“El estudio BCW Expectativas en el Trabajo claramente destaca la algunas veces dramática diferencia de expectativas entre diferentes generaciones, así como una clara desconexión entre esas expectativas y las experiencias actuales”, comentó Morley. “Para ganar la guerra por el talento, los líderes necesitan tener ambos: un entendimiento del amplio rango de necesidades de su fuerza laboral, y asegurar que sean cumplidas para atraer, retener y motivar al talento que necesitan ahora y hacia el futuro.”
Para más información acerca del estudio BCW Expectativas en el Trabajo, por favor visite el sitio web.
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