5 habilidades necesarias para ser un líder que conecte genuinamente con sus colaboradores

Un buen líder es aquél que tiene la capacidad de guiar e inspirar a cada persona de su equipo. Eso, más allá de ser una persona con un puesto más alto, es alguien que motiva y trabaja en equipo para que todos avancen y den lo mejor de sí mismos para crecer y lograr resultados empresariales positivos.

Para convertirse en un auténtico líder, hay que desarrollar ciertas habilidades interpersonales que son esenciales a la hora de asumir un papel de liderazgo. Tanto para personas que asumen esta función por primera vez, como para las que ya llevan unos años en la dirección, hay algunas habilidades que son indispensables y se deben tener en cuenta siempre.

Estas cinco habilidades que deben desarrollar son:

  1. Pensamiento estratégico: Convertirse en líder de un equipo requiere cambiar la mentalidad y el enfoque que se tiene. Dejar de ver sólo lo operativo para comenzar a enfocarse en lo estratégico.
  2. Comunicación asertiva: Saber hacerlo es indispensable para cualquier rol laboral, y cuando se lideran equipos se vuelve indispensable. Hay que ser capaz de entablar conversaciones de forma clara, transparente y directa. Y, para lograrlo, no se trata sólo de hablar, sino también de desarrollar la capacidad de escucha.

La comunicación es lo que va a permitir que las personas alinearse con su equipo y con la misión de la empresa, que comprendan sus objetivos y que las puedan llevar a cabo de forma satisfactoria.

  1. Inteligencia emocional: Es una habilidad esencial para los líderes, ya que les permite gestionar las emociones de su equipo, fortalecer las relaciones profesionales y lograr resultados positivos en el trabajo. Esta habilidad impacta directamente en la motivación y el compromiso del equipo, facilita la resolución de conflictos y promueve un ambiente de trabajo positivo.

Al demostrar inteligencia emocional, los líderes puedan inspirar confianza, fomentan la colaboración y se comunican de manera efectiva con su equipo. Todas las personas que lideran necesitan desarrollarla para maximizar su influencia y lograr el éxito en sus roles de liderazgo.

  1. Resolución de problemas: Se trata de demostrar competencia en la identificación de desafíos, la generación de soluciones efectivas y la toma de decisiones informadas. En un puesto de liderazgo todos los días será normal tratar de resolver problemas, por lo que tener una metodología y aprender a hacerlo de la forma más eficiente posible, reduciendo riesgos y maximizando oportunidades será indispensable para quienes deseen asumir este rol.
  2. Gestión del tiempo: Los directivos deben aprender a priorizar tareas, establecer pasos realistas, administrar efectivamente su tiempo y el de las demás personas que trabajan con ellas.

En la transición de colaborador individual a responsable de equipo, uno de los desafíos más difíciles es dejar de hacer tareas operativas para comenzar a actuar estatregicamente. Esta habilidad es esencial si se quiere mantener buenos niveles de productividad en todo el equipo.

Además de tener claro y presente estas habilidades, es importante conocer los do’s and dont’s de un buen liderazgo.

Do’s:

●     Establecer expectativas claras: Comunicar de manera clara las metas, los roles y las responsabilidades del equipo para garantizar un entendimiento compartido y la responsabilidad colectiva.

●     Ser un oyente activo: Demostrar interés genuino en las ideas y/o preocupaciones de los miembros del equipo, fomentando un ambiente de confianza y colaboración.

●     Promover el desarrollo del equipo: Brindar oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional a los colaboradores, apoyándolos en el logro de sus metas.

●     Comunicar de manera efectiva: Utilizar una comunicación clara, transparente y abierta, adaptando los mensajes a las necesidades y estilos de comunicación del equipo.

●     Tomar decisiones informadas: Decidir basándose en datos y análisis, considerando diferentes perspectivas y evaluando las implicaciones a largo plazo.

Dont’s:

●     Micromanagement: Evitar controlar excesivamente el trabajo del equipo. Confiar en su capacidad y brindar autonomía, permitiendo que tomen decisiones y responsabilizarse y aprender de sus errores.

●     Ignorar el feedback: No tener en cuenta o minimizar la retroalimentación del equipo puede ser perjudicial. Esté abierto a los comentarios de cada miembro de su equipo y utilícelos para mejorar el liderazgo y el funcionamiento del equipo.

●     Falta de empatía: No descuides la importancia de comprender y empatizar con los colaboradores. Demostrar interés por su bienestar y tratar de entender sus perspectivas y preocupaciones.

●     No asumir responsabilidad: Evitar culpar a otros por los errores o problemas del equipo. Asumir la responsabilidad y trabajar en conjunto para encontrar soluciones y áreas de mejora.

●     Falta de transparencia: Ocultar información relevante o tomar decisiones sin explicar el razonamiento detrás de ellas. Fomentar la claridad y la comunicación abierta en el equipo.

Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal, e instructora de Udemy

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